Proyecto MKOften, incursión de la CIA en lo sobrenatural

Aunque muchas personas tildan de paranoicos a los seguidores de las teorías de conspiración, para la mayoría no existe duda de que nuestros gobiernos mantienen secretos e impulsan turbias negociaciones, investigaciones y experimentos muy ajenos a nuestra vida cotidiana como sociedad. Aquellos programas clasificados ultra secretos siempre han sido tierra fértil para toda clase de historias de conspiración, misterio y suspenso.

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Sin embargo, entre las tramas más extrañas de la historia figura un programa de control mental impulsado en total hermetismo por el gobierno estadounidense que, de acuerdo con múltiples testimonios, llegó a profundizar en los territorios del ocultismo y lo sobrenatural.

 

El Proyecto MKUltra.

Nos referimos al Proyecto MKUltra, un polémico programa militar rodeado por incontables teorías de la conspiración. En la década de 1950, la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (mejor conocida por sus siglas en inglés CIA) puso en marcha este proyecto que tenía como objetivo desarrollar y aplicar métodos de control mental a través de experimentos inhumanos, poco éticos y completamente fuera de la ley.

Las atrocidades del proyecto abarcaban la utilización de seres humanos como ratones de laboratorio para experimentar los efectos de la tortura psicológica a través de métodos aterradores como la privación sensorial, el abuso verbal y toda clase de crueldades.

MKUltra buscaba alterar el estado mental de los voluntarios suministrando diversas sustancias químicas alucinógenas: psilocibina, mescalina, cannabis y LSD. El objetivo final era obtener un fármaco que permitiera controlar la mente de las personas. Paralelamente, también se buscaba desarrollar una sustancia que limitara la disposición y capacidad de raciocinio en el objetivo así como un suero de la verdad infalible.

Según los investigadores que encabezaban el proyecto, dichas sustancias resultarían imprescindibles en un escenario de guerra total. El gobierno de los Estados Unidos vio potencial en este proyecto y entregó un cheque en blanco, así como libertad total de acción, para llevar a cabo toda clase de experimentos extraños que permitieran alterar la memoria, eliminar y fabricar identidades, realizar hipnosis profunda e instalar fobias en la mente de los contrarios.

Escudriñando la muerte

Hubo una época donde el Proyecto MKUltra se convirtió en prioridad para el gobierno estadounidense, destinándole enormes recursos a experimentos que, la mayoría de las veces, no tenían ningún tipo de rigor científico y, honestamente, se movían más en el campo de la imaginación.

Secreto absoluto.

A pesar de la complejidad, mantuvieron el proyecto en total secreto a lo largo de dos décadas. Algunas estimaciones apuntan a que los experimentos del Proyecto MKUltra se realizaban en más de 80 instituciones distintas de forma completamente sigilosa. Bases militares, compañías privadas, empresas farmacéuticas, hospitales, universidades, prisiones, orfanatos y asilos eran algunos de los sitios donde estos experimentos tenían lugar.

La logística y el alcance de estos experimentos era enorme, pero la CIA demostró ser hábil para ocultar sus actividades y evadir cualquier tipo de implicación ética. En aquellos experimentos ultra secretos, la agencia invertía enormes cantidades de recursos, movía efectivo, compraba equipamiento y utilizaba toda clase de recursos legales a disposición.

El plan B era la persuasión a través del patriotismo. Pero si todo esto fallaba, la CIA simplemente intimidaba a los opositores. Aquellos curiosos que hacían demasiadas preguntas eran amenazados, desplazados o investigados, incluso se cree que llegaron a desaparecer personas para encubrir aquellos proyectos más secretos.

El proyecto MKUltra sale a la luz.

Todo esto empezó a ver la luz en el año de 1975, cuando un Comité del Congreso tuvo oportunidad de echar un vistazo a varios de los programas que, hasta entonces, se habían mantenido en tinieblas. Pese a esto, gran parte de los archivos y documentos sobre el Proyecto MKUltra ya habían sido destruidos en el año de 1973 por Richard Helms, que en esa época fungía como director ejecutivo de la CIA.

Cortina de humo

La orden fue que desaparecieran todos aquellos documentos que abordaban la construcción de armas extrañas puestas a prueba por las fuerzas armadas, la inoculación de vacunas adulteradas en población civil y la aplicación de drogas experimentales en las guerras de Vietnam y Corea. De esta forma, al Comité no le quedó más que imaginar los extremos a donde se había llegado con los proyectos Athena, Zero-zero-zero y Califonte, de los que no quedó más que el nombre clave.

Para este Comité resultó un auténtico reto comprender la extensión real de los proyectos derivados de MKUltra pues, además de la destrucción de archivos, existía una pronunciada censura sobre la información restante. Pero, sin lugar a dudas se puede concluir que el esquema fue de proporciones colosales, con investigaciones en áreas inusuales y absurdamente diversas como las ciencias del comportamiento, industrias químicas, laboratorios y otros sitios donde se operaba con total hermetismo.

Por ejemplo, si en determinado proyecto se necesitaban conejillos de indias, infiltraban agentes en clínicas veterinarias. Las drogas y sustancias necesarias eran suministradas por agentes aduaneros infiltrados que las contrabandeaban de diversas partes del mundo. Cuando se requerían humanos para la experimentación, los agentes solían dirigirse a las instituciones mentales, orfanatos, prisiones y cualquier otro sitio donde nadie echaría de menos la ausencia de una persona.

El fin justificaba los medios, y no tenían ningún tipo de límite moral o ético.

Brujeria

Los proyectos derivados de MKUltra.

En la actualidad, algunos investigadores creen que el Proyecto MKUltra coordinaba, de forma simultánea, un repertorio de 150 proyectos, todos con el patrocinio y aval de la CIA. Hasta la década de 1960, buena parte de los recursos que financiaban estos proyectos provenían directamente del gobierno, pero cuando estalló la guerra de Vietnam y las arcas empezaron a vaciarse, de un momento a otro todos estos proyectos podían ser descontinuados.

Para mantenerse a flote, los agentes designados al Proyecto MKUltra empezaron a obtener recursos del tráfico de armas y drogas.

Uno de los proyectos de mayor relevancia fue MKSearch. Lo inauguraron en el año de 1964 en colaboración con un departamento de investigaciones químicas del ejército estadounidense. El objetivo era desarrollar sustancias para incapacitar al enemigo, y pretendían lograrlo introduciendo material químico, biológico e incluso radiactivo de forma secreta en artículos de uso común.

También contaminando alimentos, como cereales y derivados lácteos, con diversos tipos de bacterias y envenenando depósitos de agua potable o incluso introduciendo cepas virulentas de enfermedades en las mascotas.

 

MKOften.

Y aunque todo esto pueda parecer terrible, un subproyecto del MKSearch se adentró en límites insospechados: se trató de MKOften, también referido como MKChikwit, cuyo objetivo era probar diversas drogas capaces de alterar el comportamiento en seres humanos y animales. En un escenario se proponía contaminar las reservas de agua de las ciudades controladas por enemigos con dosis de LSD y otros psicotrópicos, promoviendo el caos y la sublevación de los civiles.

Hasta ahora, existe evidencia suficiente para sospechar que los agentes del MKUltra llevaron a cabo este plan en la Prisión Estatal Holmesburg entre 1967 y 1973. Supuestamente, la central de abastecimiento de agua en este reclusorio fue contaminada deliberadamente para generar brotes de violencia irracional en los reclusos. Las dosis masivas de LSD habrían sido responsables por diversos brotes psicóticos que culminaron con violentos motines.

Prisión estatal holmesburg

También existen sospechas de que utilizaron la misma técnica en reformatorios para poner a prueba el comportamiento en adolescentes infractores.

Magia negra, hechicería y ocultismo.

Pero los alcances del MKOften comprendían otros proyectos aún más extraños. Diversas fuentes apuntan que MKOften fue mucho más allá de la investigación para el control mental y la incapacitación del enemigo, profundizando en áreas propias del mundo sobrenatural como la magia negra, hechicería y ocultismo.

En un libro publicado en 2007 que se titula “Secrets and Lies”, del periodista británico Gordon Thomas, se levantan las primeras sospechas. Thomas partió de los argumentos proporcionados por el Dr. Sidney Gottlieb, antiguo jefe de la División de Servicios Técnicos en la CIA, referido en la agencia con el mote de “Dark Sorcerer” (Hechicero negro).

Según lo publicado en el libro, parte del Proyecto MKOften comprendía el análisis de un amplio acervo ocultista que habría sido obtenido de los archivos y bibliotecas decomisados a los nazis en la década de 1940. Buena parte de esta literatura habría sido saqueada por los nazis en el transcurso de la guerra y abordaba temas sobre el uso de la magia y hechizos como herramientas de guerra.

La superstición como arma de guerra.

Varios involucrados en esta misión no creían realmente en la magia negra, pero estaban convencidos que ofrecía un camino para coaccionar e intimidar al enemigo a través de la superstición. Se trataba de causar daño moral, recurriendo a supuestas técnicas de hechicería y poderes sobrenaturales, en todas aquellas personas expuestas a estos elementos.

Secrets and lies gordon thomas libro

Thomas defiende en el libro que las misas negras y escenificación de sacrificios, así como la utilización de leyendas y seres del folclore, podían generar efectos devastadores incluso en militares experimentados. También se cree que los agentes del MKOften llegaron a desplegar estas tácticas en Vietnam, esparciendo rumores en zonas dominadas por los guerrilleros sobre la presencia de demonios y monstruos del folclor en el sudeste asiático.

Sin embargo, algunos individuos relacionados al MKOften tenían una visión mucho más ortodoxa de su área de investigación. Para estos, a los enemigos se les podía imponer, controlar y dominar a través de la magia negra.

 

Brujería y conspiraciones en la CIA.

Para profundizar en el tema, los agentes de MKOften entrevistaron, consultaron, estudiaron y emplearon el apoyo de numerosos ocultistas y místicos entre los que se incluían clarividentes, astrólogos, médiums, psíquicos, brujos, practicantes del vudú, demonólogos, satanistas e incluso un monseñor de la Iglesia Católica perteneciente a la arquidiócesis de Nueva York, especializado en el tema del exorcismo.

Espiritu

Los rumores apuntan a que al interior del MKOften se disponía de un extenso aparato de información sobre ocultismo, acceso sin restricciones a trabajos y colecciones bibliográficas sobre el tema, así como libertad de actuar en la clandestinidad realizando misas negras y rituales según lo ameritaba la situación.

De acuerdo con Thomas, los miembros del MKOften asistían a clases prácticas de ocultismo, conocían a profundidad las teorías de Crowley sobre el tarot y algunos hablaban fluidamente latín y griego.

Agentes nigrománticos.

También se dice que los agentes constantemente buscaban métodos para adaptar los rituales al ámbito militar. De acuerdo con Thomas, la CIA llegó a solicitar los servicios de tres astrólogos, dos especialistas en quiromancia y una lectora del tarot. Además, pagó por los servicios de dos especialistas en péndulos y al menos un investigador de fotografías obtenidas con cámaras Kirlian.

Control mental telequinesis

En Haití, habrían contratado a un hechicero vudú que aseguraba tener poder para transformar a las personas en zombis y lanzar maldiciones, un sujeto que posteriormente empezó a cobrar por conferencias sobre los supuestos poderes de los Loas. Entre las últimas contrataciones figura la de una hechicera llamada Sybil Leak que vivía en Houston. Esta mujer pertenecía a la Iglesia de Satán, dirigida por el polémico Anton LaVey.

Pero, Gordon Thomas no es el único que ha escrito sobre el tema. Otro investigador llamado Alex Constantine escribió sobre estas búsquedas arcanas conducidas por el programa, asegurando que la CIA tenía un interés auténtico en cultos y religiones oscuras.

 

Las sectas creadas por MKOften.

Dicho interés parecía sustentarse por la creencia de que promover sectas de esta naturaleza en lugares de conflicto podía incrementar el caos en caso de una revuelta. De acuerdo con Constantine, organizaciones como la Iglesia del Juicio Final, los Buscadores y el Templo de Set pudieron engendrarse en las redes del MKOften.

Invocando al demonio

Además, también llegó a sugerir que el infame pastor Jim Jones, quien comandó el suicidio masivo en el Templo del Pueblo de Jonestown, aprendió las técnicas de persuasión y control en la CIA. Y es que, según Constantine, los métodos que empleó Jim Jones para influenciar el comportamiento de sus seguidores son la prueba irrefutable de que había empleado técnicas desarrolladas en MKOften.

El autor también aseguró que la CIA financiaba una división de científicos sociales que monitoreaba avances de las sectas y cultos establecidos en la década de 1970. Incluso, asegura que habrían promovido la creación de sectas similares en Sudamérica y África, como pruebas de campo. Constantine está convencido de que el boom que se produjo en sectas y cultos a comienzos de la década de 1980 está íntimamente relacionado con los proyectos de MKOften.

 

MKOften en la actualidad.

Fue precisamente a mediados de la década de 1980 que los subsidios para el Proyecto MKOften empezaron a reducirse. Sin embargo, Thomas y Constantine argumentan que el proyecto aún se encuentra operativo y que previo a la invasión de Kuwait fue completamente restituido con entrenamiento de agentes a través de ponencias y clases sobre misticismo en Medio Oriente.

Celda abandonada

El MKOften también habría desplegado agentes en operaciones secretas por Bagdad, Kandahar y posteriormente en Afganistán donde se valían de supersticiones y rumores del folclor local para afectar la moral de los rebeldes e insurgentes.

Hoy, resulta imposible determinar que porcentaje de todo esto es verdad y que parte no pasa de simple especulación o rumores esparcidos por los teóricos de la conspiración. Pero no queda duda sobre la participación de Estados Unidos en proyectos y experimentos cuestionables, o que MKUltra realmente existió. Sin embargo, el tamaño de este proyecto y sus alcances deja mucho margen para toda clase de interpretaciones. Lo mismo puede afirmarse de un proyecto aún más oscuro como lo fue MKOften.

5 comentarios en «Proyecto MKOften, incursión de la CIA en lo sobrenatural»

  1. EEUU controla mentalmente el mundo con su basura audiovisual , aunque mas que controlar yo digo que contamina el mundo con su basura de creerse un imperio y querer imponer su estilo de vida occidental

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  2. “se valían de supersticiones y rumores del folclor local para afectar la moral de los rebeldes e insurgentes” En otro post, creo de “el sivlato de la muerte” se habla de esta tecnica desmotivadora que usaban los Aztecas (o eran mayas?) cuando iban a atacar a un pueblo, comenzaban a esparcir rumores de que iban por ellos, les hacian creer que sus dioses estaban en su contra y los guerreros se pintaban la cara o trataban de representar a los seres miticos para causar mas miedo o mermar la moral de los rivales eso y el uso del silvato que parecia un grito de ultratumba… los cual,causaba muchas veces que en lugar de pelar intentaran huir antes de que llegaran los invasores

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