Hospitales administran agua en lugar de vacunas (en Kenia)

Kenia, un país de África Oriental, posee 54 millones de habitantes. A estas alturas de la pandemia se esfuerza por acelerar el proceso de vacunación e inmunización a la población total. Desafortunadamente, empezaron a surgir rumores de que algunos profesionales de la salud administran falsas vacunas contra la covid-19.

En este país africano, el plan de vacunación es apoyado por la iniciativa global COVAX. Según consta en esos acuerdos, los kenianos tienen garantía de recibir dosis de la vacuna desarrollada por AstraZeneca. Mismas que se proporcionarán gratuitamente en unidades de salud acreditadas a lo largo y ancho del país.

Pero, a medida que la escasez de vacunas se vuelve una realidad, empezaron a surgir terribles rumores. Diversos informes señalan que profesionales de la salud en hospitales públicos están inoculando “vacunas” que contienen agua. Mutahi Kagwe, secretario del Gabinete de Salud en la República de Kenia, tocó el tema durante una conferencia de prensa el pasado jueves.

Vacunas de agua.

Además de alertar a la población sobre el problema, advirtió que puede acarrear graves consecuencias para la salud pública del país. “Es una situación ilegal y resulta probable que tengamos a personas que no recibieron las vacunas correctas. Cabe la posibilidad de que los vacunaran con agua”, informó.

En ese país, el Ministerio de Salud autorizó la instalación de 622 centros de vacunación. Y la mitad se encuentran en instituciones públicas. Aunque, aquellas involucradas en la venta ilegal de vacunas contra la covid-19 y en la administración de “vacunas de agua” no fueron reveladas. Sin embargo, Kagwe señaló que personal de la Dirección de Investigaciones Penales (DCI) ya iniciaron una investigación.

En marzo, gracias a la iniciativa global COVAX, Kenia recibió poco más de un millón de dosis de la vacuna de AstraZeneca. Hasta el momento, el país lleva administradas 982 mil dosis. Ante la inminente escasez de vacunas, grupos criminales y otros oportunistas ven la oportunidad inigualable de ganar dinero perjudicando los esfuerzos de vacunación en el país. Y la forma más fácil es infiltrándose en las cadenas de abastecimiento, donde reemplazan las vacunas reales por vacunas de agua.