Emús exiliados por “mal comportamiento” vuelve con refuerzos

Kevin y Carol son una pareja de emús a los que un bar australiano les prohibió la entrada después que hurtaran comida, bebidas e incluso las llaves de los clientes. Hace algunos años, la localidad de Yakara adquirió relevancia a causa de esta peculiar amenaza. Y es que el mal comportamiento de estas aves terminó hartando tanto a los turistas como a los locales.

emus invaden propiedad en Australia(1)

Los emús, asiduos visitantes del Yaraka Hotel, terminaron expulsados en 2020 a causa del motín que organizaron. Un auténtico escándalo para este lugar que cuenta con apenas 20 pobladores. Se les acusó de hurtar comida, bebida e incluso arrebatar las llaves de los coches a los turistas que se hospedaban en el edificio.

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Por supuesto, este frenesí delincuencial de los emús generó una devastación mayor. Considerando que un emú adulto pesa hasta 60 kg, ya puedes imaginar el tamaño de las heces que el personal de limpieza debía retirar frecuentemente. Tras la expulsión, los animales se esfumaron durante un tiempo. Sin embargo, hace poco volvieron a la región y con refuerzos.

Los emús Kevin y Carol.

Kevin y Carol llegaron a Yakara hace algunos años, después que un grupo de turistas localizara un nido abandonado a orilla de carretera. Una mujer llamada Leanne Byrne tomó la responsabilidad de cuidar de los nueve huevos abandonados. La cuidadora de los emús puso los huevos en una manta térmica y los incubó.

Por esta acción la apodaron “Madre Yaraka de los Dragones”, en alusión a Daenerys Targaryen, el personaje de Game of Thrones que logra incubar tres huevos de dragón. Trágicamente, de los nueve emús que salieron de sus respectivos cascarones solo Kevin y Carol llegaron a la adultez. Las otras aves perecieron atropelladas por camiones y automóviles mientras crecían.

Byrne asegura que los emús eran muy dóciles, y las aves y ganaron notoriedad pues se dejaban abrazar por los turistas. Sin embargo, la presencia de estas enormes aves en el Yaraka Hotel no era bien vista por todos. Por eso, los dueños del bar local levantaron una cerca para evitar que ingresaran a las instalaciones.

Las medidas resultaron un total fracaso y los emús seguían haciendo travesuras, por lo que finalmente los expulsaron a causa de su mal comportamiento.

“De ninguna manera hablamos de mascotas”, explicó Byrne. “Simplemente solían pasear por allí y todos cuidaban de ellos. Obviamente que hacían destrozos pues se trata de animales salvajes”.

La desaparición de los emús.

Cada año, Leanne Byrne debía ausentarse durante algún tiempo por motivos laborales. En este lapso, Kevin y Carol buscaban refugio en el desierto hasta que su cuidadora regresaba. Sin embargo, en enero de este año los emús no regresaron y todo el pueblo empezó a preocuparse. Byrne investigó la situación y encontró que, aunque Kevin y Carol no regresaron a Yakara, los emús todavía habitan la región.

emus bebes
Caros y sus pequeñas crías aún vagan por la zona.

“Unas personas cortaban un poco de leña, voltearon y los emús les tocaron el hombro con el pico como si dijeran: ‘hola’”. Por si fuera poco, varios testigos observaron a Kevin y Carol acompañados de cuatro crías a principios de noviembre. Byrne dice que, cuando los emús eran más jóvenes, la sequía en la zona dificultada que consiguieran comida y agua potable en la zona. Esto explicaría, hasta cierto punto, porque frecuentaban tanto el Yaraka Hotel.

Pero, con el fin de la sequía no faltan bebederos para que los emús y sus crías se hidraten. Por eso, Byrne asegura estar más tranquila viendo a las aves en su hábitat natural. “Con toda esta lluvia, abundan los pozos de agua y la comida”, explica. “Cuando los crié como polluelos, la zona estaba muy afectada por la sequía. Ahora, finalmente tienen comida y agua para subsistir”, finalizó.

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