El lenguaje de la prostitución en la Antigua Roma

En la Antigua Roma la prostitución no era un trabajo ilegal ni estigmatizado, no resultaba raro que una mujer de la clase alta y de “espíritu libre” se convirtiera en una cortesana.

Cesi venus

Cuando Augusto decidió motivar la natalidad en las clases superiores, gravando a los patricios adultos que mantenían su soltería, muchas mujeres se registraron como prostitutas para no verse forzadas a contraer matrimonio. Esta falla posteriormente fue solucionada por Tiberio, que prohibió a las mujeres con categoría senatorial dedicarse a la prostitución.

Las prostitutas registradas y que laboraban bajo la ley eran llamadas meretrices y las no registradas prostibulae (el término que dio origen a nuestra palabra para designar a esta profesión). Sin embargo, entre estas dos categorías generales, existía todo un mosaico de términos para las mujeres que ejercían la prostitución, especialmente entre la clase baja.

Un aedile era un funcionario cuya obligación era registrar a las prostitutas y atrapar a aquellas que laboraran sin una licencia, toda vez que estos personajes y sus subalternos podían ser sobornados con dinero o favores de otra índole, fueron prototipo para el proxeneta tan común en la actualidad.

Las aelicariae eran prostitutas que ejercían en el patio de los templos, no solo vendían favores sexuales sino que también pequeños panes con forma de genitales masculinos o femeninos para ofrendar en honor a Venus o a Príapo.

Las mujeres que se prostituían por tiempos como una forma de adorar a Venus eran llamadas amasiae.

Otro tipo de prostitutas a tiempo parcial eran las ambubiae, que además eran cantantes profesionales.

Amica era una prostituta que también ofrecía sus servicios a clientes del sexo femenino.

Las empleadas que ayudaban a las prostitutas a limpiarse, cepillarse el cabello entre otros menesteres se conocían como ancillae ornatrices.

Los empleados en los burdeles encargados de servir los tragos eran conocidos como aquarii. También se encargaban de llevar agua para la higiene de las profesionales del establecimiento.

Las blitidae eran prostitutas que ejercían en tabernas, su nombre proviene del alcohol barato (blitum) que se vendía en esos establecimientos.

Las bustuariae eran mujeres que ofrecían sus servicios de prostitución en los cementerios o en las ceremonias del funeral. Podrían satisfacer a sus clientes sobre las lapidas si así se les requería.

Las Citharistriae eran arpistas profesionales, la mayoría de las cuales también ejercía la prostitución, al menos a tiempo parcial.

Las prostitutas de lujo, algunas de las cuales también laboraran como actrices, eran conocidas como Delicatae.

Las prostitutas más accesibles del mercado eran las Diobolares, su nombre proviene del costo de sus servicios: tan solo dos óbolos.

La casa que alquilaba habitación para prostitutas se conocía como Diversorium.

Las Famosae eran cortesanas de clase alta que, sin la más mínima necesidad económica, se prostituían por puro placer.

Las prostitutas especializadas en felaciones eran conocidas como Fellatrix, solían trabajar en las casas de baño.

Las Forariae eran mujeres que practicaban el oficio en caminos rurales cerca de Roma, cuyos servicios estaban orientados principalmente a los viajeros.

Aquellas que ejercían la prostitución bajo los arcos de los puentes o construcciones se conocían como Fornicatrices.

Las Fornices eran los arcos bajo los grandes edificios romanos cuya sombra ofrecía un lugar ideal para que muchas prostitutas entretuvieran a sus clientes. Nuestra palabra “fornicar” se deriva de esta palabra.

Leno: un burdel. La gerente o dueña del lugar era una lena.

Las prostitutas que atraían a sus clientes aullando como lobos eran conocidas como Lupae.

Lupanar: un burdel establecido legalmente, con autorización para operar a partir de las 15:00 horas y hasta la madrugada según la ley romana.

Las que trabajaban solo durante la noche eran Noctilucae.

Las Nonariae eran una clase inferior a las meretrices, cuyas licencias las restringían a laborar a partir de las 9 de la noche hasta la madrugada.

Las Quadrantariae eran prostitutas esclavas.

Scortum: un término utilizado de forma generalizada para designar a cualquier prostituta de clase baja.

Stabula era un burdel en el que había un salón enorme sobre el que se mantenían relaciones sexuales a la vista de otros clientes y prostitutas.

Tabernae: una panadería. La mayoría de los panaderos reservaban pequeñas habitaciones en sus sótanos a las prostitutas pero, dado que las instalaciones frecuentemente eran invadidas por Aediles buscando prostitutas sin licencia, quienes frecuentaban esos lugares tenían que entrar y salir lo más rápido posible.

Villicus era una especie de recepcionista y cobradora de un burdel, que conocía habilidades y atributos de todas las damas de la casa y respondía a las preguntas de los clientes.

15 comentarios en «El lenguaje de la prostitución en la Antigua Roma»

  1. scortum entonces de alli viene escort y yo crei que era una palabra de origen anglosajon pero que mala onda eran las de clase baja y ahora asi les dicen o peor sexo-servidoras una señora en una conferencia de prostitutas dijo que ellas eran prostitutas no sexo-servidoras odio el eufemismo latinoamericano.

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  2. Lo que demuestra que sólo cambian las modas externas y las tecnologías. El ser humano no ha variado mucho en los últimos 40 000 años. Y, por cierto ¡No describieron los servicios para homosexuales varones y para bisexuales! ¿O ahora va a resultar que no existían en esa época?

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