Bañarse durante una tormenta eléctrica no parece una actividad arriesgada. Después de todo, la probabilidad de que te caiga un rayo es sumamente baja. Aunque, no está de más que sepas cómo mantenerte seguro durante una tempestad. Cada año, 24 mil personas mueren por el impacto de un rayo y un número similar resulta con heridas serias. Por sentido común, la mayoría estamos familiarizados con los aspectos básicos de la seguridad durante una tormenta eléctrica.
Es bien sabido que sería una completa locura andar por campo abierto o subir a lugares muy altos. Tampoco debemos resguardarnos cerca de los árboles o una ventana, y mucho menos hablar por teléfono alámbrico. Son cosas obvias que nunca debes hacer durante una tormenta eléctrica. Pero, ¿sabías qué también es prudente evitar bañarse durante una tormenta eléctrica?
¿Cómo se produce una tormenta eléctrica?
Para comprender las razones, es esencial remitirnos a la dinámica de las tormentas eléctricas y los rayos. Estos espectaculares fenómenos naturales son impulsados por la humedad y el aire caliente ascendente. Condiciones extremadamente frecuentes durante el verano. La elevación en el porcentaje de humedad y el incremento de las temperaturas producen enormes cantidades de aire húmedo.
Estas masas de aire caliente se elevan hacia la atmósfera, dónde es posible que formen una tormenta eléctrica. Esas nubes que ves en el cielo están compuestas por millones de gotas de agua y hielo. Partículas que, al interactuar, producen los rayos. Las gotas de agua que suben colisionan contra las gotas de hielo que bajan, transfiriéndoles una carga negativa y dejándolas con una carga positiva.
Durante una tormenta eléctrica, las nubes funcionan como generadores de Van de Graaff. Separando cargas positivas y negativas dando pie a divisiones masivas de carga al interior de las nubes. A medida que las nubes de una tormenta eléctrica se desplazan sobre la superficie terrestre, generan una carga opuesta en el suelo. Es precisamente esto lo que provoca una descarga en forma de rayo hasta nosotros.
La tormenta eléctrica surge cuando, en un intento por equilibrar las cargas, se producen descargas entre regiones positivas y negativas. Generalmente, el camino que toman estas descargas (léase rayos) es el que ofrece menor resistencia. Así, los materiales con una alta conductividad, como el metal, presentan mayor probabilidad de ser alcanzados durante una tormenta.
Los riegos de bañarse durante una tormenta eléctrica.
Y algunas actividades cotidianas al interior de tu hogar pueden resultar tan peligrosas como permanecer al exterior durante la tormenta eléctrica. Si te bañas bajo la lluvia, existe muy poca probabilidad de que te alcance un rayo. Pero, si un rayo alcanza tu casa, la electricidad seguirá el camino que ofrezca menor resistencia hacía el suelo.
Los cables de la instalación eléctrica o el agua que corre por las tuberías se transforman en un camino conductor conveniente para que la electricidad llegue a tierra. Y en una instalación sanitaria donde se usa tubería metálica encontramos ambas cosas. Por eso, algo tan placentero como una ducha podría transformarse en un episodio de 1000 Maneras de morir.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) sugieren a las personas “evitar todo contacto con el agua durante una tormenta eléctrica”. Y existen otros riesgos que debemos tener en cuenta: uno, que no parece nada obvio, es apoyarse contra una pared de concreto.
Te puede alcanzar un rayo dentro de casa.
Es cierto que este material resulta un pobre conductor, pero si está reforzado con varillas o vigas metálicas, estas proporcionarían un camino conductor para los rayos. También es recomendable evitar manipular cualquier dispositivo conectado a un tomacorriente. Eso incluye lavadoras, televisores, computadoras, etc. Pues todos estos pueden funcionar como una vía para transportar el rayo al suelo.
Cuando veas destellos a la distancia y creas que estás seguro, piénsalo dos veces. Aunque no llueva, si puedes escuchar un rayo significa que la tormenta está lo suficientemente cerca como para alcanzarte. En promedio, un rayo puede extenderse hasta 16 kilómetros de los generadores de la tormenta eléctrica. Aunque, hasta la fecha el rayo más largo registrado recorrió 768 kilómetros.
Como regla general, a partir de que escuches el último trueno deja pasar media hora. Es un tiempo prudente para volver a las actividades que involucren el contacto con el agua.