7 cosas que aprendimos de los sobrevivientes en una explosión atómica

El cine no es una fuente confiable de lo que sucede tras una gran detonación. Así las cosas, la cuestión es: “¿cómo es sobrevivir a una explosión atómica?”. Shigeko Sasamori, una residente de Hiroshima, en Japón, la ciudad bombardeada por los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, tenía trece años cuando sobrevivió a la primer arma nuclear lanzada sobre una población en el mundo. Según la versión de Shigeko, dale un vistazo a 7 cosas que podemos aprender de quien sobrevive a una explosión atómica.

Enola Gay equipo

 

No existe aviso alguno antes de una bomba.

Si esperas sobrevivir también, en caso de que alguna bomba sea lanzada en el mundo y te encuentres en su camino, tienes que saber que esa idea de ver decenas y decenas de aviones en el cielo, nubes de ceniza, estruendos, etc. Es totalmente equivocada – no tendrás ningún tipo de aviso antes de que todo el mundo a tu alrededor explote.

explosión bomba atomica

Por supuesto que Shigeko y sus vecinos fueron advertidos en varias ocasiones de que un bombardeo podría suceder en cualquier momento. Pero cuando el escuadrón de apenas tres aviones se aproximó para iniciar el ataque, la escena no se asemejaba con otros ataques de bombas incendiarias norteamericanas, en que varios aviones lanzaban pequeñas explosiones.

“El día estaba muy caliente y el cielo azul, hermoso. No había ninguna nube. Pude ver un avión plata con una larga cola blanca. Le dije a mis compañeros de clase, ‘Miren allí’. Era una niña de 13 años de edad, y jamás había visto una bomba antes. Mire hacia arriba y apunté, y antes de que mi mano pudiera bajar, vi una cosa blanca caer desde el avión”, cuenta Shigeko.

A continuación, ella describe algo como un “viento fuerte”, pero también señala que la palabra “viento” no describe de forma adecuada la enorme fuerza de aquella explosión atómica.

Las detonaciones nucleares suceden en un instante, y si estás lo suficientemente cerca de una, morirás antes de poder siquiera divisar la icónica nube en forma de hongo. La sangre del cerebro de la mayoría de las personas que murieron en la explosión se había evaporado antes de que pudieran entender que había tenido lugar una explosión.

 

Las víctimas no tenían idea de lo que había sucedido.

Hoy, en caso de que te veas en un ataque de gran magnitud, la primera cosa que vendrá a tu mente es: bomba atómica. Sin embargo, en aquel primer ataque atómico del mundo, nadie sabía de lo que se trataba.

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Shigeko apuntaba a la bomba cuando la primera explosión atómica tuvo lugar. Por eso, su mano todavía tiene evidencias de las quemaduras hasta el día de hoy.

“Podía ver a las personas moviéndose lentamente. La mayoría estaba sangrando, sus ropas colgaban desgarradas. Algunos estaban casi desnudos. Estaban enrojecidas, adoloridas y muy asustadas. Entonces vino a mi mente: ‘Oh, una bomba explotó cerca de la gente’. Esto es lo que pensaba”, dice Shigeko.

Claro que Shigeko no estaba pensando en una bomba de magnitud como la lanzada por Enola Gay, sino más bien en otro de los muchos ataques incendiarios que los Estados Unidos lanzaron contra Japón en aquella época.

Antes del crimen en Hiroshima, cualquier persona fuera de la Casa Blanca y de Los Alamos no tenía ni la más mínima idea de que existía tal cosa como una bomba nuclear funcional. ¿Tener una sobre tu ciudad sería una forma horrible de descubrirlo, no?

 

Algo tan trivial como ropa extra podría significar la diferencia entre vivir y morir.

El 5 de agosto de 1945, la noche previa a la explosión, Shigeko se despertó con las sirenas de un ataque aéreo. Se puso sus mejores ropas para ir al refugio, tendría sus cosas más preciadas con ella en caso de que su casa fuera incendiada.

“Muchas veces los aviones pasaban, pero no había bombardeo. Entonces, por su puesto, como yo tenía 13 años, volví a dormir y me desperté con mis mejores ropas puestas”, cuenta.

Por asuntos de adolescentes, Shigeko, en lugar de cambiar su ropa de la noche anterior, optó por simplemente meterse un par de pantalones encima de sus otros pantalones al día siguiente.

“Esa es la razón por la que sobreviví. No me quemé todo el cuerpo. Cuando mi madre me trajo a casa, el área del pantalón se encontraba intacta. Pero la parte superior de mi cuerpo estaba quemada”, relata.

La parte superior del torso de Shigeko sufrió heridas terribles, mientras que su ropa extra en la parte inferior fue arrancada. Pero su segundo par de pantalones se mantuvo entero y protegió su piel. Nadie quiere tener el 50% de su cuerpo cubierto de quemaduras por radiación, pero sin duda eso es mejor que el 100%.

 

Muchos peligros esperaban a los sobrevivientes, como el ahogamiento.

Si no mueres en la explosión, todavía estás propenso a morir por motivos consecuentes, incluso los más improbables como el ahogamiento.

Shigeko, como la mayoría de los niños japoneses, había sido capacitada para dirigirse al adulto más cercano tras el ataque. Estaba muy herida y, probablemente, aun en choque como para hacer cualquier cosa, de forma que se limitó a seguir a las víctimas, quienes a su vez seguían a otras víctimas, formando una masa roja de personas quemadas tambaleándose casi a ciegas.

“No podía moverme rápido, nadie podía. Era menor que un adulto, por lo que no podía ver a mi alrededor. Sólo seguí a las personas hasta la orilla de un río. El día comenzaba a aclarar y podía ver la luz del sol y a muchas, muchas personas en el suelo, deslizándose al río. Yo no podía entrar, porque ya había demasiadas personas en el agua. Algunas muertas, otras vivas, no sabría decirlo”, explica la sobreviviente.

Las personas no pensaron de forma racional cuando su cuerpo se cubrió de quemaduras por radiación. Muchas se limitaron a seguir a las personas frente a ellas y, para miles de sobrevivientes, eso significó terminar directamente en el caudal de un río. Las personas recién bombardeadas no tenían un alto desempeño atlético, y fue así que muchas de las víctimas de la primera explosión terminaron ahogadas.

 

Todo se vuelve oscuro y el clima horrible.

Inmediatamente tras la explosión, todo es confusión. En los momentos subsecuentes a la bomba, cualquier día soleado se trasforma en un día gris peor que una mañana típica en Londres.

explosion atomica

“Me senté y estaba todo completamente oscuro como la brea. No podía ver ni escuchar nada. No podía sentir nada. Entonces, las pesadas nubes comenzaron a aclararse. Pero todavía estaba oscuro, gris”, afirma Shigeko.

Se trata de un efecto colateral llamado “lluvia negra”, en el que la fuerza de la explosión crea una corta tempestad radiactiva entre 30 o 40 minutos después. El súbito aumento de calor hace que la lluvia se mezcle con todo el material irradiado que acaba de ser lanzado al aire, descendiendo a la superficie en forma de agua negra y pegajosa. Es decir: veneno cayendo del cielo.

 

Una explosión atómica congela todo a su alrededor.

Una explosión nuclear no sólo aniquila toda la vida en su entorno rápidamente, también congela a los muertos en el lugar. El padre de Shigeko era pescador, buscó refugió en un congelador cuando vio a los aviones que indicaban un ataque norteamericano.

desastre en hiroshima

Como muchos de los edificios estaban derrumbándose, el pescador se ocultó dentro de una enorme caja térmica y, por increíble que parezca, no sufrió demasiadas lesiones.

“Cuando salió del congelador, vio a tres o cuatro hombres sentados en la misma posición en que estaban momentos antes, su piel había sido descarnada pero sus cuerpos estaban enteros en un color rosa. Cuando la piel humana se retira, la sangre escurre y parece de un color roja, no roja”, cuenta Shigeko.

 

El caos posterior en una explosión vuelve cualquier atención médica prácticamente imposible.

El 90% de los profesionales médicos de Hiroshima murieron o fueron gravemente heridos en el instante en que la bomba explotó en el centro de la ciudad. Shigeko pasó cinco días en un auditorio sin agua, comida o tratamiento alguno para sus múltiples quemaduras. Sobrevivió gracias a su fuerte sistema inmunológico y a base de suerte.

hiroshima devastada

Tras cinco días de sufrimiento, Shigeko finalmente fue rescatada por sus padres, que escucharon que podía estar viva y herida. No llegó a asistir a un hospital, porque los hospitales ya sólo existían en un bello recuerdo de la ciudad. Afortunadamente, su casa fue una de las pocas que no fueron destruidas por la explosión.

Sus padres la localizaron, limpiaron sus heridas e intentaron cuidarla de las infecciones. Muchas personas murieron de esta forma después de la bomba atómica, toda vez que se quedaron sin cuidado médico, agua y alimentos durante mucho tiempo.

Afortunadamente, a pesar de tantas muertes, Shigeko fue una de las personas que tuvo un final feliz y logró sobrevivir. Norman Cousins, editor del New York Times Post, se dio cuenta de que los niños de Hiroshima no tenían nada que ver en la pelea entre los Estados Unidos y el Japón imperial, y colectó dinero para traer a Shigeko y a varias otras víctimas para que se les practicara cirugía plástica en los Estados Unidos. También adoptó legalmente a Shigeko, convirtiéndola en una ciudadana estadounidense.

Cracked

14 comentarios en «7 cosas que aprendimos de los sobrevivientes en una explosión atómica»

  1. Existe un anime muy crudo probablemente ya lo vieron trata de los horrores de la guerra no se enfoca en la catastrofe atomica pero si asi le mueve el tapete a cualquiera con sus crudas imagenes y narrativa solo imaginar el infierno que vivieron esas almas inocentes es inamaginable se llama la tumba de las luciernagas. En fin, saludos esperamos que el mundo se entere que las armas nucleares no son la respuesta para ningun conflicto

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  2. ¿Si un delincuente invadiera tu y tuvieras un arma no te defenderías? Recuerden que Japón atacó Pearl Harbour y hundió toda la flota yanqui del Pacífico mientras estaban teniendo conversaciones de paz entre ambos países. Japón se libró de ser arrasado debido a que las bombas de Hiroshima y Nagasaki obligaron a Japón a rendirse inmediatamente y se libraron de ser invadidos y tener una guerra en su propio territorio. Paradójicamente las bombas atómicas ahorraron muchas vidas, tanto japonesas como yanquis. Las bombas se tiraron preventivamente sobre esas ciudades de poca importancia y no sobre Tokio, Kioto o Yokohama, donde hubiera causado millones de muertos. Yo me pregunto si los nazis y los japoneses hubieran tenido esas contemplaciones si hubieran dispuesto ellos de esas bombas.

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    • Japón atacó un puesto de avanzada militar, en el pacífico, matando quizás unos cientos de MILITARES, MARINES, individuos que de todas maneras son entrenados para vivir siempre con la muerte a sus espaldas y se espera que estén siempre dispuestos a afrontar ese riesgo, porque, bueno…alguien tiene que hacerlo y encima de eso, bien armados y pertrechados, debido a que aquello era una base militar en toda regla; además de que hoy en día se baraja la hipótesis de que EEUU había sido advertido a tiempo de las intenciones de Japón, pero decidió ignorar las advertencias para usar el bombardeo de esa base como pretexto para atacar con todo lo que tuvieran al país del sol naciente.
      EEUU atacó a dos comunidades llenas de civiles, que no tenían ni la más remota idea de lo que les esperaba; entre esos civiles muertos habían mujeres, niños, ancianos y lactantes, sin duda, y las cifras más conservadoras hablan de 246,000 personas y si tomamos en cuenta además, todas las secuelas físicas y emocionales que esta carnicería dejó en los sobrevivientes, la duración de los efectos de la contaminación radiactiva y el tiempo que le tomó a Japón recuperarse nada que haga EEUU podría resarcir el daño causado.

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  3. y lo peor de todo los bastardos pilotos que tiraron la bomba hasta hoy en dia no estan arrepentidos y si lo tendrian que hacer de nuevo lo harian espero que haya un lugar en el infierno para esas basuras

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  4. fue el dia que la humanidad perdio la inocencia y se dio cuenta que esta guerra ya era demasiado, no solo los crímenes de guerra nazis, soviéticos o por parte de los aliados o todos juntos. La bomba fue el punto final de la barbarie, en que la guerra habia sumergido a el mundo entero. buen post hery.

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  5. que lamentable que aun con todo lo que ha ocurrido , los gobiernos del mundo siguen ocultando armamento nuclear con utilizarlo , amenazando a los países mas pobres , los que mas sufren son los niños.

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