Targa Florio, la más bella de las carreras

Era el tipo de carrera en la que si un automóvil sufría averías, el conductor era invitado al interior de algún local para degustar un exquisito platillo de pasta. El circuito, plagado de clavos de herradura, serpenteaba a través de las estrechas calles que recorrían los pintorescos pueblos sicilianos de montaña mientras los pobladores observaban Ferraris pasando a 160 km/h, peligrosamente a escasos metros de la puerta de sus casas. La Targa Florio encarnó la Dolce Vita y llevó el reconocimiento internacional a Sicilia durante más de siete décadas, pero fue esa misma belleza peligrosa lo que en última instancia atentó contra su desaparición.

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Imágenes: (c) Art People Gallery.

Aunque no se sea un seguidor de las carreras del Grand Prix, es inevitable no contagiarse por el espíritu automovilístico que emana de estas antiguas fotografías de la legendaria Targa Florio, que ostentó el título de la carrera de autos deportivos más antigua del mundo hasta que fue cancelada a mitad de una competición por la policía en 1977, para nunca más volver.

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Fundada en el año de 1906, fue una de las carreras más importantes y populares del continente europeo cuando los torneos de Grand Prix que tanto éxito tendrían aún eran eventos aislados, no una serie como la Formula 1 de nuestros días.

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Un joven Enzo Ferrari de 21 años condujo su primera carrera en 1919 en la pista de la Targa, y en 1924, la Mercedes seleccionó a uno de sus jóvenes ingenieros para competir en un automóvil que él mismo había diseñado. El conductor, que se hizo con la victoria ese año, era nada más y nada menos que Ferdinand Porsche.

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El circuito en la Targa Florio fue el más difícil del mundo y diferente a cualquier otra experiencia de conducción. El circuito Grande original tenía una sola vuelta con 2,000 curvas, la mayoría al interior de los antiguos y desmoronados pueblos sicilianos.

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Cada conductor requería de al menos 60 vueltas para aprenderse la ruta y la práctica se llevaba a cabo en el tráfico normal de estos lugares, con carros y personas circulando para hacer sus quehaceres diarios, ganado a las orillas de las carreteras y niños jugando en las calles.

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Durante el evento principal, no existían barreras de seguridad que protegieran a la concurrencia con excepción de unos cuantos fardos de heno dispersados por aquí y por allá.

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A pesar de los peligros, los locales amaban la Targa Florio y les encantaba toda la algarabía y emoción que llevaba a la isla.

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Cada año durante los días de la carrera, que eran considerados días de fiesta nacional, los aldeanos se congregaban en las calles, instalaban muebles sobre las banquetas e incluso en las calles, jugaban a las cartas y bebían Martini, esperando el paso de los corredores para animarlos mientras los primeros pasaban como una bala.

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Nino Vaccarella, un nativo de Sicilia proveniente de Palermo era el conductor favorito de los locales, corrió en el auto más poderoso con que contó la carrera – naturalmente, un Ferrari. En 1962, cuando estaba por ganar la carrera aminoró la velocidad del auto para saludar a sus seguidores y terminó estrellándose contra un muro. Su nombre aún puede encontrarse escrito a lo largo de las desparecidas pistas de la Targa.

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Los expertos de la industria denominaron a esta carrera, que normalmente arruinaba automóviles deportivos nada baratos, “una locura” – y, de hecho, es un milagro que en los 71 años de existencia del evento solo se registraran nueve víctimas mortales. La carrera pasó por un año particularmente malo en 1973 con dos accidentes mortales y algunos más que casi resultan en tragedia, hechos que provocaron que el evento cayera en desgracia ante la comunidad internacional de carreras. El órgano de gobierno de automotores empezó a demandar que todos los circuitos internacionales debían contar con paredes de seguridad obligatorias, un requerimiento que para la pista de 70 km (que combinaba espacios públicos y estrechos callejones en Sicilia) de la Targa era algo imposible.

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Cuando uno de los conductores se estrelló contra una multitud a 160 km/h, matando a dos espectadores y poniéndose a sí mismo en coma, ese fue el clavo que terminó sellando el ataúd para la Targa. Por la fuerza, la policía detuvo la carrera en la cuarta vuelta y ningún auto volvería a ver la línea de meta de la Targa.

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Aunque las demandas finalmente pusieron fin a una de las carreras más antiguas y bellas del siglo XX, su historia se mantiene latente en las afueras de Palermo. Muchos de los pueblos en la zona cuentan con un museo dedicado a la Targa Florio, algunos incluso instalados en los garajes que alguna vez fueron utilizados por los corredores.

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No obstante, la histórica línea de partida se ha dejado a su suerte al borde de una carretera. Donde enormes multitudes alguna vez se reunieron en las gradas y la tensión previa a la carrera generaba un frenesí de actividad en las paradas en boxes mientras los motores rugían, hoy no queda más que un silencio fantasmal.

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David James, un entusiasta de las carreras, realizó una visita al lugar en lo que llamó una “peregrinación” a los restos del circuito.

“El curso empieza en Floriopolis, una zona de pits y tribuna ahora abandonados, donde la pintura que ha formado escamas revela las descoloridas marcas de los patrocinadores que corrieron en el pasado. Hay un busto del fundador de la carrera, Vincenzo Florio, oculto tras una estructura que alguna vez zumbó por el rugido de los carros. En los momentos de tranquilidad casi es posible escuchar a Carlo Chiti de Autodelta dando instrucciones en las fantasmales paradas en boxes”.

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Fuentes: Targa-Floria.net / Zio Billy/ Dave Kutz

9 comentarios en «Targa Florio, la más bella de las carreras»

  1. Hermosa competencia, había en el mundo muchas carreras de este tipo que circulaban pro lugares increíbles. Las Mil Millas italianas eran otro caso, o el viejo trazado de Nürburgring y sus 84 horas entre la Selva Negra o aquí en mi País el hermoso Desafio de los Valientes cruzando las Altas Cumbres Cordobesas.

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  2. Estaba de superlujo. Pero era normal que tarde que temprano sucedieran accidentes. Y en este caso, de seguro coincidió con en el aumento de potencia en los coches (no me consta, pero suena a eso)

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  3. buenisimo el aporte…..es increible ver como antes todos los deportes eran practicados por hombres de verdad….en cambio ahora cualquier disciplina deja mucho que desear

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