Charlie Charlie, un juego para invocar al demonio

Cuando tenía unos doce años, entre los tantos juegos que ensayábamos en aquel mundo donde no existía el Internet ni los videojuegos, aprendí uno llamado “Charlie Charlie”. La idea era que dos personas, sosteniendo cada una tres lápices en forma de escuadra entre los dedos pulgar e índice, de manera que se formara un rectángulo al unirlos, pudieran convocar a una entidad llamada Charlie.

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A continuación se llamaba a esta supuesta entidad con un “¿Charlie Charlie podemos jugar?”. Si los lápices se inclinaban hacía el centro (formando un reloj de arena) la respuesta era sí, y en caso contrario era no. Y no, el Charlie con el que yo jugué no era una entidad demoniaca ni nada por el estilo, era un simple juego de preguntas y respuestas.

 

Ya había olvidado por completo este juego, pero hace unos días apareció un “reto” en las redes sociales con una versión modernizada del mismo juego. Ahora, en lugar de utilizar seis lápices solo se requerían dos (a Charlie también lo afectó el mandato de Peña Nieto), una hoja de papel y un plano cartesiano con las palabras “Sí” y “No” en los cuadrantes. En Facebook, Twitter, Instagram y Vine las personas no paran de publicar videos donde aparecen realizando el desafío, otorgándole un significado totalmente distinto al original: ahora el juego infantil es utilizado como una especie de tabla ouija para comunicarse con un supuesto demonio llamado Charlie.

En los videos publicados es posible ver a las personas preguntando si el fantasma de Charlie está presente, y después solicitándole algunos consejos. El ritual consiste en construir el aparejo antes descrito y a continuación preguntar “¿Charlie, Charlie, estás ahí?”. Si uno de los lápices se mueve para la palabra “Sí”, entonces el espíritu está presente.

 

Los peligros.

Según los entendidos en el tema del misticismo, de la misma forma que con la tabla ouija, este juego es peligroso ya que puede invocar accidentalmente a un demonio diferente durante el desafío (¿Qué te parecería llamar a Lucifer, Belcebú, Abaddon y Astaroth para que hicieran una barbacoa con tus intestinos?).

Según lo que se dice en las redes sociales, cualquiera que invoque a Charlie debe decir las palabras “¿Charlie, Charlie podemos terminar?” cuando ya no se tengan más consultas que hacer o la persona se está arriesgando a “dejar un portal abierto para que los demonios entren a su casa cuando les plazca”.

En Twitter, algunos usuarios afirman que si no se le da el adiós a Charlie, se pasa a experimentar situaciones paranormales como escuchar voces, cosas moviéndose, sombras, risas siniestras y muchos más.

 

¿Charlie es mexicano?

Indudablemente el Charlie Charlie Challenge se originó a partir del juego para niños que cayó en desuso en México desde hace un par de generaciones. Hay quienes afirman que Charlie es un demonio, y aunque quizá haya nacido en México, no tiene nada que ver con las leyendas mexicanas de la historia antigua que nos heredaron los pueblos azteca y maya, ni tampoco en las supersticiones y creencias que circularon después de la conquista. Entonces, resulta muy probable que “Charlie” no sea un demonio, sino una versión tergiversada de un juego para niños que tuvo su auge en la década de los 90.

 

¿Por qué se mueven los lápices?

En septiembre de 1845 Michael Faraday acuñó el término “diamagnetismo” para designar a todos los materiales que repelen el campo magnético. Charlie solo responde con lápices porqué contienen una delgada vara de grafito en el centro, un material diamagnético que, dada la configuración del juego (como el lápiz superior en contacto con una pequeña parte del lápiz inferior, reduciendo la fricción del objeto en su desplazamiento o giro), el campo magnético de la Tierra y la estática de la hoja se puede producir una especie de brújula. Según mi entender y sapiencia.

Lo único genial de toda esta estupidez es el tren del mame que va más cargado que la bestia.

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23 comentarios en «Charlie Charlie, un juego para invocar al demonio»

  1. Eso es falso, solo se sopla el lápiz y parece que fuera una entidad paranormal quien lo hace, de pequeño lo jugaba y así asustaba a mis amigos haha.

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  2. ese de los 6 lápices lo jugaba con mis hermanas allá por en el 92, y ahora intentandolo aquí en la oficina (dejé de buscar soluciones para mejorar el planeta) he hecho el intento en varias ocasiones y colocando el lápiz de una manera “cuidadosa” no se mueve ni madre, por el contrario si lo acomodas de una manera descuidada el lápiz tiende a mover más como una reacción a la manera en como lo colocaste buscando la forma de “equilibrarse”.

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  3. Yo lo jugué en la secundaria, a finales de los 80s, preguntando estupideces que si le gustabas a tal niña y cosas asi, pero en aquel entonces se le preguntaba al niño Panchito.

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  4. No creo que sea por el magnetismo de la tierra, sino todos los lápices apuntarían siempre hacia el norte y se mantendrían moviendo siempre, además he visto el juego con otros artefactos, y solo se mueven cuando le preguntan…obvio que hay quienes hacen el truco de soplar ligeramente para que se muevan, pero la verdad he visto unos que se mueven sin mas ni mas…

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    • Exacto, diste en el clavo, solo es el aire que sopla uno mismo u otra persona, hace algunos años hubo el caso de una persona con ciertos “poderes” telekineticos, que podía mover un lapiz con la mente o acercando las manos, hasta en TV salia, hasta que se dieron cuenta que lo hacia soplando

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  5. Lo peor de todo que se extiende rapidamente como un cancer y la gente hay va de estupida a seguir esos estupidos juegos, como el de la cubeta, y demas cosas estupidas

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