A veces tienes que mandar a la mierda

Como lo sostuve en muchos otros artículos y defiendo fervientemente en mi vida cotidiana: la generosidad y la gentileza deben ser lemas diarios. Decir buenos días, buenas tardes, buenas noches, sonreír, dar las gracias y pedir las cosas por favor, dedicar un elogio sincero le hace bien a los demás y a nosotros mismos.

que te den
Lara Cores / Flickr

Por otra parte, la paciencia tiene sus límites y la bondad no se traduce en estupidez. A veces se hace necesario mandar a la mierda a las personas, con voz clara y sonora en caso de que la persona en cuestión no escuche muy bien o tenga problemas para asimilarlo.

Nadie está obligado a seguir los ideales de nadie, pero nadie tiene por qué destilar verdades como el más vil de los venenos. Nadie está obligado a simpatizar con nadie, pero nadie tiene derecho a vomitar antipatía en la cara de los demás. Si por casualidad alguien viola la opinión ajena, ofrece un espectáculo de antipatía o hace un berrinche por no tener nada mejor que hacer o simplemente para sentirse menos pésimo consigo mismo, que se vaya preparando para irse a la mierda.

Muchas personas creen que es una falta de educación dar respuestas groseras a gente sin noción, que se sienten dueños de la verdad, que quieren convencer a los demás con argumentos pobres, que fingen no entender para crear polémica. Creo que la persona pierde el derecho a ser tratada con educación cuando se vuelve un idiota a propósito.

Desafortunadamente, algunas personas dejan de llenarnos el buche de piedritas solo cuando las tratamos con firmeza y un poco de ironía. En caso contrario siguen creyéndose las divinas garzas. Se creen poderosas y asertivas por escupir palabras ofensivas. Para mí estas personas inconvenientes, pretensiosas, que vomitan sus lindas verdades sin filtros tienen pereza mental pues diferir con clase y educación exige un trabajo intelectual mucho más elaborado y cuidadoso que simplemente exhibir el repertorio de majaderías.

Mandar a la mierda no significa precisamente usar estas palabras. A veces mandamos a otros a la mierda con una mirada de desprecio, con una respuesta cargada de ironía o simplemente con un silencio incómodo. Un e-mail sin respuestas, una invitación rechazada pueden ser formas muy elocuentes de mandar a la mierda. Con esto no quiero decir que todas las veces que no nos responden un e-mail nos están mandando la mierda. A veces la persona en cuestión no responde por qué está en un mal momento. Igual en lo que se refiere a las invitaciones. Pero cuando alguien empieza a evitarnos de forma sistemática, probablemente nos está mandando a la mierda. A veces con razón, a veces sin razón. No entraremos en ese tema.

Lo que quiero dejar en claro es que no tenemos que tragarnos todo. Nadie es el saco de boxeo de nadie. Y si alguien se siente con el derecho de transformar a otros en su válvula de escape para su estrés cotidiano, mándalo a la mierda sin la menor de las consideraciones.

Mejor aún: cuando el idiota en cuestión seas tú mismo, manda tu inseguridad, traumas y manías a la mierda también. ¿Tu lado cobarde te priva de un placer delicioso? Mándalo a la mierda. ¿Tus manías absorben tu tiempo libre y tu buen humor? Mándalas a la mierda. ¿Tu pasado triste está afectando tu presente? Mándalo a la mierda junto con quien te ayudó a equivocarte en el pasado. Puede ser divertido.

7 comentarios en «A veces tienes que mandar a la mierda»

  1. Pues esta es una gran verdad, nadie tine drecho de fastidiarnos y tampoco debemos ser unos santurrones que debamos aguantarle todo a esas personas necias e ignorantes…. asi que se vayan todos ellos a la gran MIERDAAAAA

    Responder
  2. Como comentario un poco aparte , mandar a la mierda o desear mierda a alguien no en todos los contextos es algo malo , tuve la oportunidad de trabajar casi 4 años en un crucero de una compañía italiana como animador , antes de cada espectáculo juntábamos nuestras manos u decíamos merda merda merdA , esto por qué anteriormente a los teatros de llegaba en carreta , estas eran jaladas por caballos y estos a su vez llenaban de mierda la entrada , por lo cual mientras más mierda había más gente y por lo tanto más éxito , con algunos amigos de allá hay veces q seguimos deseándonos mierda a manera de suerte

    Responder

Deja un comentario