Técnica Feynman: aprende lo que sea en cuatro fases

El aprendizaje requiere dedicación, tiempo y esfuerzo. Además, cuando se quiere aprender algo nuevo se debe estudiar de la forma correcta, pues siempre existe riesgo de que el conocimiento no se asimile de forma indicada y terminemos por no aprender nada.

¿Entonces, cuál sería el método ideal para identificar vacíos en el conocimiento existente y realizar un aprendizaje integral? Una alternativa que tal vez te parezca interesante se conoce como técnica Feynman, un método de aprendizaje basado en un modelo mental elaborado por el físico estadounidense Richard Feynman, premio Nobel en 1965. Te resumimos las etapas de este método en los siguientes párrafos.

Primera etapa: enseña a un niño.

Toma un trozo de papel y anota en la parte superior el tema que deseas aprender. Posteriormente, simplifica todo el contenido que posees reduciéndolo a un nivel que pueda ser comprendido por un niño (por esto resulta imprescindible mantener el contenido lo más simple posible).

Cuando se lleva a cabo esta acción, terminamos por comprender los conceptos a un nivel más profundo, además que se simplifican las relaciones y conexiones entre las ideas. Si tenías algún tipo de dificultad, empezarás a comprender mejor cubriendo aquellas áreas que no entendías.

Segunda etapa: revisa.

En la primera etapa invariablemente terminarás encontrando fallas en el aprendizaje: un dato importante que terminaste pasando por alto, un concepto que no logras explicar o simplemente ideas que no puedes conectar de la forma correcta. Esta retroalimentación resulta de suma importancia para definir los límites del conocimiento que posees.

A partir de aquí es cuando realmente empiezas a aprender. Ahora que conoces lo que estás aprendiendo, puedes regresar al material de estudio hasta que logres explicarlo en términos básicos. Cuando identificas los límites de tu comprensión, delimitas los errores y aumentas las probabilidades de éxito en aplicar aquello que has aprendido.

Tercera etapa: organiza y simplifica.

Ahora posees un conjunto de notas escritas a mano. Revisa y asegúrate que no terminaste incluyendo la jerga del material original. Organízalas de forma que asemeje a una historia simple y influida. Lee en voz alta. Si las explicaciones no resultan simples y parecen confusas, es un indicio de que tu comprensión sobre el tema requiere de más trabajo.

Cuarta etapa: transmite.

Aunque se trata de algo opcional, cuando tengas la certeza de tu entendimiento sobre el tema, explícaselo a otra persona (idealmente alguien que sea inexperto en la materia). Esto significaría la prueba final sobre tu conocimiento y la capacidad que tienes para transmitirlo.