Tatuador hace tatuaje estilo garabato y cobra 700 dólares

Un tatuador alemán es objeto de duras críticas por cobrar cientos de dólares por un tatuaje en la espalda que muchos comparan con un garabato infantil. Se trata de Mykhailo, un tatuador de 21 años con sede en Berlín, Alemania. Recientemente publicó un video en TikTok con una de sus últimas creaciones. Un diseño abstracto similar a un garabato por el que supuestamente el cliente pagó 900 euros.

Tatuador hace tatuaje estilo garabato1

El clip se hizo viral rápidamente, con casi 2 millones de vistas al momento de redactar este artículo y cientos de comentarios sobre la dudosa calidad del trabajo artístico. El tatuaje consiste en dos formas dibujadas apresuradamente que se asemejan a flores. Estas se ramifican desde una sección garabateada enmarcada por múltiples líneas aparentemente desconectadas. Mientras algunas personas describen el tatuaje como una obra de arte, otras dicen que no se lo tatuarían ni aunque les pagaran 10 mil dólares.

«Parece mi gráfico de los exámenes finales cuando olvidé llevar la regla», comentó en tono de broma un espectador de TikTok en el video de Mykhailo.

Tatuaje polémico.

El tatuador admitió que infló el precio del tatuaje para generar controversia y aumentar las posibilidades de que el video se hiciera viral. Le dijo a Insider que el precio real por la “obra de arte” no superó los 700 dólares, cantidad que todavía es ridículamente alta para la mayoría. Hablando sobre el diseño abstracto, Mykhailo dijo inspirarse en conceptos como «libertad» y «belleza». Y que todo el tiempo consultó al cliente.

Admitió saber con antelación que el diseño generaría controversia y realmente contaba con ello para obtener algo de publicidad gratuita. «Intento complementar no solo las formas de su cuerpo, sino también su personalidad», dijo el artista sobre los diseños que generalmente tatúa en sus clientes. Curiosamente, al observar el portafolio de Mykhailo encontramos varios diseños de tatuajes cuestionables. Pero, mientras la gente siga pagando por estas aberraciones, ¿quiénes somos nosotros para juzgar?

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