Puede que las abejas no sean de tu agrado, y nadie tiene por que culparte. Estos insectos entran en tu refresco, te atormentan con su vuelo y tienen aguijones que al contacto con la piel se sienten como brazas al rojo vivo.
Pero ninguna excusa es suficiente para justificar lo que el gobierno estadounidense hizo el pasado domingo 28 de agosto. Una ciudad de Carolina del Sur decidió poner fin al virus del Zika en la región, pero lo único que logró fue matar a millones de abejas inocentes.