Un rarísimo fenómeno apodado como “explosiones rápidas de radio” fue detectado por primera vez en vivo por astrofísicos australianos.
Dicho evento, descrito como un flash extremadamente corto (de apenas unos cuantos milisegundos de duración) e intenso de ondas de radio proveniente de una fuente desconocida en el universo, había sido descubierto en 2007 a través del radiotelescopio Parkes, en Australia y del telescopio Arecibo, en Puerto Rico.