Los trastornos mentales más sorprendentes

El señor P. era un eminente músico que había acudido a la consulta de un neurólogo porque tenía problemas para identificar las cosas de su entorno. En alguna ocasión le habían sorprendido dando palmaditas en la parte superior de las bocas de incendios creyéndolas cabecitas de niños o iniciando una conversación con el picaporte de una puerta. Tras la revisión, el señor P. salió de la consulta. De repente, se detuvo en seco, rodeó el coche y se dirigió al asiento que ocupaba su mujer, la agarró del cuello de la camisa y por las orejas e intentó ponérsela en la cabeza.

Se trata de un hecho real comentado por el famoso neurólogo Oliver Sacks. En este caso concreto, el señor P. padecía una pérdida cognitiva aguda: su cerebro era capaz de ver, oír, sentir y escuchar perfectamente, pero no podía emitir juicios personales. Así, metía a su mujer en la misma categoría conceptual que un paraguas o un sombrero.

Aquí están algunos de los trastornos mentales más sorprendentes.

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