El día de muertos es el ritual más importante de México, porque en la fiesta participan todos los grupos étnicos, mestizos e indígenas del campo y la ciudad.
Los dos primeros días de noviembre se celebra la unión del mundo de los muertos con el de los vivos. Primero las almas de los infantes y luego las de los adultos regresan para recordar los buenos momentos y deleitarse con algunos de sus platillos y bebidas predilectas. Esta costumbre se celebra en más de 50 formas distintas y hay tantas versiones de altares como familias ansiosas de recibir a sus seres queridos.