Una vasta red de metro, amplias galerías comerciales subterráneas y kilómetros de túneles peatonales hacen de los subterráneos de la ciudad de Tokio un semillero de la actividad humana, y una fértil fuente de misterio e intriga. Dale un vistazo a seis de los rumores más persistentes que emergen desde las profundidades a las calles de la ciudad japonesa.
Era 30 de enero 1979, cuando un avión de carga propiedad de aerolíneas Varig despegaba en la noche, alrededor de las ocho y veinte, desde el aeropuerto de Narita, en Tokio, en dirección a Río de Janeiro. Como de costumbre, todos los controles se habían realizado, revisando que todo fuera perfecto con la aeronave.
En el interior del Boeing 707-323C había algunas valiosas obras de arte del pintor Manabu Mabe, valoradas en varios millones de dólares, además de otras cargas comunes. Tal como estaba previsto la aeronave contactó con la torre de control 22 minutos después del despegue. Al parecer todo iba bien, porque el piloto no informó de ningún problema con la aeronave o con el tiempo. Pero poco sabían que era el último contacto realizado por dicha aeronave.
En Estados Unidos si tu perro necesita un trasplante de riñón, puedes tomar uno de un animal extraviado. La única condición es que adoptes más tarde al animal donador, así dos vidas son salvadas, en lugar de una perdida por el fallo de un riñón y la otra por eutanasia.
Tokio se ha convertido en el hogar del Tokyo Skytree, la torre difusora más alta y la segunda estructura más alta del mundo, tan solo después del Dubai’s Burj Khalifa (ver edificios más altos del mundo).
La mayoría de las metrópolis tienen verdaderas ciudades en sus sistemas de alcantarillados, pero las estructuras subterraneas de Tokio parecen de otra dimensión, intrincados túneles y un sin numero de ductos forman este contrastante paisaje.
De sobra es sabido el alto nivel de vida de los suizos. Acorde con él, alquilar una vivienda lujosa de dos habitaciones le costará más de 4.000 dólares. Un menú de fast food con café le supondrá un desembolso de 10,5 y 5,13 dólares, si además lo hace leyendo un periódico internacional, añada 3,73 dólares. Y si va a echar gasolina después, 1,54 dólares por litro.