Hace unos cuantos días alguien explotaba con la actitud de un marinero ebrio en el área de comentarios de un artículo sobre tatuajes. Si la crítica hubiera sido constructiva y en buen tono no habría sido eliminada, pero a decir verdad no era más que un montón de insultos pintorescos e irrepetibles. Y es que los estereotipos del siglo pasado parecen no pasar de moda, pues muchas personas siguen asociando los tatuajes con un montón de prejuicios.
Fuente veronicadaylight
La tinta que parece escurrir por la piel no es un descuido: es movimiento. Además, esta es una de las características más notables de la tatuadora francesa Audrey Hermanstadt, que desde hace casi 20 años tiene sede en Brasil. Con formas libres, orgánicas, gotas y colores encantadores, la artista elabora en la piel un universo paralelo de acuarelas y emociones.
No vamos a engañarnos a nosotros mismos, pero la gran mayoría hemos caído en el prejuicio de juzgar los tatuajes con el argumento de “¿Y cuándo te hagas viejo? ¿Ya pensaste cómo vas a quedar?”.
Con una creciente cantidad de personas tatuándose el cuerpo todos los días, esta desfavorable opinión hacia los tatuajes ha disminuido poco a poco, pero aún se mantiene muy extendida, sobre todo entre aquellos padres que se aterrorizan al saber que sus hijos quieren marcar su cuerpo. Pues bien, ahora contamos con datos objetivos en forma de fotografías para dar fe que los tatuajes conservan su belleza aun frente al paso del tiempo.
Él es William Passman y a pesar de casi tener 60 años, este hombre no se olvida de su sueño de juventud de viajar por los cuatro rincones del planeta.
En 2006, William decidió tirar por la borda su empleo como abogado para dedicarse a conocer el mundo, viajando a Europa, África, América del Sur, Australia y la Antártida. Y encontró una peculiar manera de recordar los países que había visitado, “marcándolos” en su espalda.
No hay manera de cómo negarlo: la popularización de los tatuajes en las mujeres definitivamente trajo al mundo del tatuaje diseños más hermosos y artísticos. Tanto si se está a favor o en contra de la idea de hacerse un tatuaje, viendo estas fotografías muy posiblemente puedas disfrutar del arte magistral que implica la creación de estas hermosas piezas, exclusivas y permanentes de arte corporal.
El tatuaje, de hecho, ha sido practicado por muchas personas desde la antigüedad, la evidencia de los tatuajes más primitivos se remonta al Neolítico. Ötzi, la momia congelada en el 3,300 antes de Cristo, que fue encontrada en los Alpes de la frontera austro-italiana, tenía numerosos tatuajes que serían algo así como el resultado de un tratamiento terapéutico. Muchas culturas antiguas que han sobrevivido hasta nuestros días también usan tatuajes, y cada una les ha otorgado un significado cultural diferente.
La idea no es nueva, pero la fiebre sí, haciendo que los propietarios de las joyerías se mantengan bastante preocupados por el éxodo masivo de clientes futuros que podrían ceder a la tendencia de hacerse un tatuaje en sus dedos para reemplazar los tradicionales anillos de boda. Después de todo, nada más representativo para una unión que expresar el amor que con tinta indeleble, destinada a durar para siempre, como el tatuaje y como debería de ser, en la práctica, el matrimonio.
En la actualidad, más y más novios eligen formas menos tradicionales para demostrar que han encontrado a su alma gemela. Ahora, muchas parejas simplemente eligen tatuarse el nombre o un símbolo importante para ambos en el dedo anular. La tendencia es más barata, pero la tinta es mucho más duradera que el anillo, que puede perderse o simplemente retirarse cuando sea necesario (if you know what i mean).