Las cicatrices suelen traernos recuerdos de momentos poco gratos en nuestra vida, lo peor es que se quedan con nosotros para siempre. Muchas personas ven las cicatrices como elementos antiestéticos, por lo que usan maquillaje o ropa para intentar cubrirlas, pero hay otras que optan por convertirlas en pequeñas obras de arte al aventurarse en el mundo de los tatuajes.
Cuando se piensa en un diseño para un nuevo tatuaje, resulta importante considerar la forma en que puede alterarse a través de los años, para evitar las decepciones o los constantes retoques. Aunque un tatuaje es para siempre, la calidad del pigmento tiene una gran importancia en estos cambios, pues las tintas más económicas se difuminan a mayor velocidad.
En el mundo paranormal las marcas de nacimiento se consideran evidencia de una muerte violenta en vidas pasadas. Por ejemplo, si aparece una mancha sobre el rostro se dice que esa persona pudo haber muerto en su vida pasada por un traumatismo craneal, las pequeñas manchas rojas sobre la piel a veces son relacionadas con heridas por arma blanca o proyectil.
Algo genial sobre el mundo de los tatuajes es que no se mantiene estático, sino que cambia y se adapta a las tendencias. Mientras avanza el tiempo podemos apreciar tatuajes mucho más elaborados, al grado de que muchos cuerpos llevan estampadas verdaderas obras de arte.
El neozelandés Steve Butcher es un tatuador especialista en obras hiperrealistas que parecieran impresas directamente sobre la piel en lugar de estar hechas con una pistola.
El nombre de esta chica es Casey Lubin y se hizo 11 tatuajes en siete días. Esto quizá no resulte relevante, pero si mencionamos que cada tatuaje representa el estilo de un artista icónico de su década desde el último siglo, las cosas parecen mucho más interesantes.
