Durante algún tiempo, el FBI denominó a la violación como “anuencia carnal forzada de la mujer contra su voluntad”, una definición que consideraba a los hombres inmunes a las relaciones sexuales no consensuadas, ignorando por completo el concepto de la violación a un hombre por otro hombre, o del hombre que es forzado, a través de medios no tangibles, a sostener una relación sexual.
Seguramente te estás preguntando “¿QUÉ?” mientras lees el título de la publicación. Pero no te preocupes, no eres el único ni el primero. Nosotros también pusimos esa cara cuando nos encontramos con este producto tan poco probable. Sin embargo, el snorkel de papaya es tan extraño que decidimos compartirlo con ustedes, para que lo curioseen y también para abrir un debate sobre un tema muy interesante.
Habitamos un mundo rodeado de medios y formas de compartir nuestras vidas, donde la intimidad es evaluada por cientos de personas, en poses y selfies a cada momento. Aquel que no posee una cuenta en una red social es visto como un ser extraño, y más extraño aún es quien se niega a vivir en el barullo de la sociedad por elección propia, por algún motivo patológico o no, pues simplemente se siente mejor solo.
La menstruación, por mucho que sea algo totalmente natural, es considerada algo polémico. En algunas partes del mundo, las interpretaciones culturales que se hacen sobre el ciclo menstrual pueden resultar aterradoras, y también en un tabú que perjudica a muchas mujeres atletas.
Temidos en toda la India, los Aghori rinden culto a la manifestación femenina (Shakti) de la deidad Shiva, y para agradar a su diosa rompen absolutamente todos los tabús, incluso los más fuertes, como el canibalismo.
Las modificaciones corporales están a la orden del día, pero muy pocas causan tanta grima como las “Bagel Heads” (cabezas de rosquilla en traducción libre), una nueva moda surgida en la escena underground en Japón y que poco a poco se ha ido extendiendo por el mundo.
Se trata de una forma de distorsión del cráneo mediante una hinchazón en la frente creada por el suministro de solución salina, a menudo con la intención de parecerse a una rosquilla. Luego de aparecer en un especial de Tabú, trasmitido por National Geographic en 2012, está practica fue declarada de forma errónea como una “tendencia en Japón”, para la fecha de la trasmisión del documental, grabado en Tokio, la practica aun era desconocida para la mayoría de los nipones.