Emanuel Swedenborg es un personaje complejo, por decir lo menos. Nacido en 1688, su padre era un obispo que afirmaba comunicarse con espíritus, relataba curas milagrosas y practicaba exorcismos. La atmósfera religiosa que prevaleció durante su infancia no impidió que Emanuel se sumergiera en las ciencias naturales y explorara el mundo en su juventud.
Los suecos se encuentran a la cabeza en la gestión de residuos sólidos urbanos. Se calcula que Suecia recicla 1,500 millones de botellas y latas cada año, una cantidad alucinante sobre todo si se toma en cuenta que la población del país ronda los 9.3 millones de habitantes. Mejor aún, en promedio cada sueco produce alrededor de 461 kg de basura al año – mientras que en Europa esa cantidad se eleva a los 525 kg – y menos del 1% de toda esta basura termina en los basureros.
Estos increíbles murales son obra de Linus Lundin, más conocido por el seudónimo de YASH, un artista urbano con sede en Estocolmo, Suecia. El estilo de YASH podría definirse entre lo delicado y lo realista, algo que no suele verse muy a menudo en el arte callejero donde las formas suelen rebosar agresividad, lo que proporciona a sus obras un aura de pantallas gigantes esparcidas por la ciudad.
Debido a la minería, parte de la que alguna vez fuera la mayor ciudad del mundo por área se hundirá progresivamente hasta el 2040. Hasta esa fecha, la prefectura debe terminar la mudanza del centro – remolcando los edificios pieza por pieza. Kiruna se fundó en 1900 gracias a la minera estatal Luossavaara-Kiirunavaara AB, al norte de Círculo Polar Ártico, en la parte más septentrional de Suecia.
Los centros de donación de sangre frecuentemente lanzan campañas en busca de donadores, ya que con el aumento de la población y la cantidad de trasplantes de órganos también crece la necesidad de nuevas bolsas de sangre. Tan solo en México deberían registrarse anualmente 5 millones de donaciones, pero en 2013 esa cantidad apenas y llegó al millón 700 mil donaciones.
Una de las experiencias más nauseabundas a las que puedes tener acceso en Suecia tiene que ver con la valentía de intentar, y si tu cuerpo te lo permite, degustar un manjar conocido como surströmming que, debido al pestilente y fétido hedor que despide, provoca las reacciones más variadas con el simple hecho de abrir el empaque de este producto alimenticio, considerado como una de las comidas más asquerosas del planeta.
