En nuestra sociedad, no se habla mucho sobre las emociones. Las conversaciones tienden a enfocarse más en lo que estamos haciendo o en lo que estamos pensando. En realidad, la mayoría de las personas prefiere comenzar con frases como “Yo pienso que…” en lugar de “Yo siento que…”, simplemente porque parece menos “extraño”.
En general, nunca se nos enseña acerca de los sentimientos. En lugar de eso, se espera que aprendamos maneras socialmente aceptables de tratar con los sentimientos observando a las personas que nos rodean. Aquellos que no tuvieron la suerte de crecer rodeados por buenos modelos de comportamiento emocional, probablemente pasaron por alto algunos aspectos muy importantes.