La vita e bella, pero ciertamente está llena de altibajos. Es imposible negar que algunas veces nos gustaría eliminar recuerdos debido a la situación tan embarazosa que nos hicieron pasar. Sin embargo, desde mi muy particular punto de vista, lo mejor es buscar el lado amable y gracioso a esos momentos incómodos para reírnos a carcajadas. A continuación te presentamos algunos de los momentos más embarazosos y cotidianos, seguramente te sentirás identificado.
Los internautas suelen exponer sus problemas en la red a diario, y para cada problema existe una atractiva solución ofrecida por un completo desconocido. Y aunque nadie pida consejos, Internet está lleno de estos. A todo mundo le encanta divulgar recomendaciones, por supuesto, siempre las mejores. Pero nunca hay que olvidar la regla número uno: “la estupidez humana no tiene límites”.
En algunas situaciones de la vida, las cosas llegan a un punto tan miserable que lo único que nos queda por decir es la típica frase de derrota “¡Ay, no!”.
A nadie le quedan dudas de que el invierno es la época más hostil del año. Dado que ya resolvimos el problema de resguardarnos del frío y conseguir alimento, a los humanos modernos se les presentan desafíos propios de su época, desde hacer frente a condiciones peligrosas de conducción a tener que palear toda esa nieve de sus calzadas y aceras. Sin embargo, a veces una delgada capa de hielo es suficiente para derrotar a los seres más inteligentes de este planeta.
Mientras la mente de los niños generalmente rebosa de pureza, la de los adultos suele estar llena de malicia y con estas imágenes eso se vuelve muy evidente. Los dibujos que verás a continuación no son nada de lo que estás pensando, los niños que los hicieron tuvieron pensamientos muy inocentes cuando los creaban.
En el mundo existen dos clases de personas: aquellas que disfrutan las visitas a los museos y las que hubieran preferido hacer una jornada por Mordor. Así de simple, a algunos les encantan los museos y para otros no son más que una pérdida de tiempo y aburrimiento total. Sin embargo, no todo está perdido.
