Rachelle Strauss es una británica con conciencia ecológica que quiso convencer a su familia de reducir al mínimo los residuos producidos en casa, casi hasta el punto cero. Y estuvo muy cerca de lograrlo – en 2009, Rachelle, Richard y su hija, Verona, de 9 años de edad, lograron producir solamente un cesto de basura en un año.
El hecho exigió mucho esfuerzo y razonamiento, pero de ninguna manera significó sacrificar su calidad de vida. La familia británica recicla casi todo, planta gran parte de lo que come, usar los restos como fertilizantes y lo que compran lo adquieren con productores locales, lo que reduce el número de envases. Cuando este no es el caso, los tres llevan sus propios recipientes reutilizables.