La secuencia de nuestra existencia se resume en nacer, vivir, reproducirse y morir. Pero no siempre fue así, antes de que descubriéramos la agricultura que nos posibilitó pasar de nómadas a sedentarios, nuestras andanzas por el mundo implicaban una vida llena de peligros en la que se requería de un talento especial en supervivencia para no morir miserablemente en la naturaleza.