El “desierto florido” es un peculiar fenómeno natural que sucede en el Desierto de Atacama, en Chile, uno de los lugares más secos de la Tierra. Sus 1,600 km de extensión reciben una media de 15 mm de lluvia por año. Y cualquiera pensaría que se trata de un lugar completamente estéril. Sin embargo, la hostil región alberga una flora única que, de vez en cuando, florece espectacularmente bajo condiciones extremas.
Popularmente conocidas como Buckthorn, las ramnáceas (Rhamnaceae) son una familia de plantas dicotiledóneas en las que se incluyen más de mil especies alrededor del mundo. Son tan antiguas que ya florecían aquí 50 millones de años antes de que los dinosaurios vagaran por la Tierra. Este hallazgo es parte de un estudio publicado el pasado martes en Trends in Plant Science.
Uno pensaría que la planta más grande del mundo es alguna secuoya en algún bosque de California. Sin embargo, recientemente un equipo de científicos reveló que el título pertenece a una pradera marina integrada por clones exactos de la misma planta. Estos pastos acuáticos se extienden por una superficie de 180 km2, un terreno equivalente al de 24 estadios como el Azteca.
¿Sabías que existen plantas para limpiar el aire de la casa? Por más impoluto que luzca el lugar donde vives, nuestras viviendas son una fuente de contaminación del aire. Y en este preciso instante puedes estar respirando partículas nocivas. En el quehacer diario, incluso cuando intentas mantener tu casa limpia, están presentes partículas de polvo, productos químicos y otra clase de agentes perjudiciales. Lo peor es que algunas de estas sustancias tienen potencial para provocar cáncer a largo plazo.
Pese a las discrepancias, la evidencia sugiere que el aguacate surgió en México. El registro más antiguo sobre su consumo proviene de una cueva en la localidad de Coaxcatlán, en Puebla. Hace 8 mil años, en ese lugar un humano prehistórico ya disfrutaba la textura cremosa y delicioso sabor de este misterioso fruto. Eventualmente, la lengua náhuatl hablada por los mexicas terminaría dándole tan peculiar nombre.
Desde el accidente nuclear de Fukushima en 2011, las plantas en la región presentan desarrollo anormal a causa de la radiación. Esto es particularmente evidente en las inmediaciones de la central nuclear homónima, donde los científicos detectaron cambios en la estructura de plantas y árboles.
