Nicholas Senn fue un cirujano estadounidense fundador de la Association of Military Surgeons of the United States. También fungió como presidente de la American Medical Association y cirujano en jefe del Sexto Cuerpo del ejército durante la guerra hispano-estadounidense en 1898. Con todas esas credenciales, es extraño imaginar que lo primero que hacía Senn cuando recibía a un herido de bala en el estómago era bombearle hidrógeno por el recto. A continuación, se dirigía a la herida de entrada y encendía un fósforo. Pero así era la medicina, extraña.