Él es Fritz, un Golden Retriever que carece de cualquier signo de habilidad cuando se trata de atrapar comida en el aire. El dueño, aprovechando la graciosa incompetencia del perro, hizo un video en slow motion con algunos intentos hilarantes.
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Perro abandonado y músico callejero, compañeros de trabajo
Una muy improbable (pero encantadora) sociedad de trabajo comenzó una mañana de trabajo regular para Sergei Ivanovich. El músico callejero se disponía a instalarse a la intemperie para tocar el clarinete en una de las plazas de la ciudad ucraniana de Dnepropetrovsk, rutina que viene haciendo desde hace varios años, cuando un perro callejero abandonado se le acercó.
A pesar de que nunca antes vio al cachorro, Sergei se dio cuenta de que sus presentaciones resultaban mucho mejor en un dueto.
Los héroes de la semana
Hay que ver y aplaudir la inocencia, el cariño y sobre todo el respeto por la vida de estos humildes niños. Pareciera que entre más grande nos hacemos más nos olvidamos de los valores y los principios y lo digo porque las imágenes me recordaron al Perro quemado en Tamaulipas, donde un grupo de jóvenes …
Bolso con forma de perro
En Prendas y accesorios de piel humana presentamos la prenda que hasta ahora consideramos la más extraña y curiosa de la que tengamos conocimiento, precisamente hablamos del bolso de mano fabricado con la piel que rodea al ano de un humano. Este bolso no es tan raro pero si muy curioso, se trata de un bolso de mano louis vuitton confeccionado de tal manera que parece un pequeño perro chihuahua, muy realista por cierto.
La historia del perro Canelo
La siguiente historia es muy conmovedora, muy parecida a la de Hachiko, solo que este perro llevó el concepto de fidelidad hasta los extremos.
«Canelo» era el perro de un hombre que vivía en Cádiz. Una mascota que seguía a su dueño para todas partes y en todo momento. Este hombre anónimo vivía solo, por lo que el buen perro era su más leal amigo y único compañero. La compañía y el cariño mutuo los hacía cómplices en las miradas y hasta en los gestos.
Cada mañana se los podía ver caminando juntos por las tranquilas calles de la ciudad cuando el buen hombre sacaba a pasear a su amigo. Una vez a la semana uno de esos paseos eran hacía el Hospital Puerta del Mar ya que debido a complicaciones renales el hombre se sometía a tratamientos de diálisis.
Obviamente, como en un hospital no pueden entrar animales, él siempre dejaba a Canelo esperándolo en la puerta del mismo. El hombre salía de su diálisis, y juntos se dirigían a casa. Esa era una rutina que habían cumplido durante mucho tiempo.
Cierto día el hombre sufrió una complicación en medio de su tratamiento, los médicos no pudieron superarla y éste falleció en el hospital. Mientras tanto «Canelo» como siempre, seguía esperando la salida de su dueño tumbado junto a la puerta del centro de salud. Pero su dueño nunca salió.