Dar demasiada importancia a la opinión ajena termina convirtiéndose en un defecto más que en una virtud, pues lo ideal es ser libres para vivir de la manera que mejor nos plazca. Sin embargo, existen algunas personas que se toman esta libertad demasiado en serio y terminan rebasando los límites de aquello que se considera aceptable. Échales un vistazo a estas personas que, de verdad, les importa un auténtico comino lo que piensan los demás.
Según un estudió nos avergonzamos a nosotros mismos un promedio de 4 veces al día, entre las cosas que nos dejan la cara roja de pena están olvidar el nombre de una persona, tropezar en público y que los residuos de comida se atoren en los dientes.
La investigación encontró que también las manchas de sudor, tratar de entrar en un cuarto de baño ocupado o accidentalmente saludar a un extraño son las cosas más comunes que nos ponen en vergüenza.
Un montón de personas también dijeron que hacer Me Gusta «accidentalmente» en la fotografía de alguien, correr detrás del transporte público, quedar atascado en una puerta giratoria o llamar «mamá» accidentalmente a alguien son algunas de las 50 maneras más comunes de avergonzarse.
Hoy, me despierto y veo que mi esposo ya se levantó. Lo escucho en la cocina y le grito: “Ay estoy recaliente, quiero sexo ya!”. Alguien responde: “no está, se fue a comprar el pan”. Era la madre. P|_|T/-\ MADRE
