Esta bola de pelos esponjosa, cuya foto seguramente has visto en algún lugar de Internet, en realidad es un conejo, concretamente un conejo de angora que proporciona la sedosa, suave y costosa lana de angora. Lo que mucha gente ignora es que el conejo de angora es uno de los más antiguos tipos de conejos domesticados, gracias a su docilidad, su historia con los humanos se remonta a los principio del siglo XVIII en Turquía.
La historia corta dice que cuando algunos marineros turísticos llegaron a un puerto turco, en aquel entonces llamado Angorá, se impresionaron por la belleza, delicadeza y suavidad de los mantones utilizados por las mujeres nativas. Y antes de dejar Angora, hicieron todo lo posible para que algunos ejemplares de conejos de angora fueran con ellos de regreso a Francia mediterránea.