Quien quiere no demora, aparece. Quien te quiere ver ahora no lo deja para mañana, incluso si la distancia es incalculable o ya es demasiado tarde para hacerlo. Quien quiere, no deja para después lo que puede hacer ahora. Quien quiere quedarse, se queda sin que le tengas que implorar. Quien quiere cuidarte, simplemente te cuida. Quien quiere, probablemente no va a soportar la nostalgia, no escatimará en sentimientos y se entregará para tenerte.
Algunos afirman que el Internet vino a terminar con el romanticismo. En los tiempos de Tinder – y de equisVIDEOS – esta idea tiene bastante sentido y sería totalmente irrefutable de no ser por la omnipresencia de las cámaras y de YouTube que registran la amplia variedad de comportamientos humanos en todo el mundo.
Jane Austen publicó en 1813 su famosa novela “Orgullo y prejuicio”, una de las primeras comedias románticas en la historia. Ignorando que se traté de una familia de mujeres muy distantes entre sí, con dos hermanas extremadamente fuertes y determinadas, el romance entre Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy (Mr. Darcy) es un completo vaivén totalmente apasionante.
Cosas inconmensurables habitan en las pequeñas sutilezas del amor. Se encuentran ocultas entre los despojos y gestos cotidianos de los que ni nos damos cuenta, en los pequeños deseos, en la mano posada sobre hombros descansados, en las yemas de los dedos que se deslizan por la nuca de la persona amada, en unas palomitas de maíz compartidas, en los abrazos sin pretensiones, en el lavabo del baño o en los besos dados en la cocina después de un almuerzo cualquiera.
Cuando pequeños, de una forma u otra, aprendemos que el amor es la cosa más importante del mundo.
Cuando se llega la hora de andar tras las faldas de las amiguitas en la secundaria, entonces empiezas a entender que el amor será tu peor pesadilla por el resto de tu vida.
Ya sea que alguna vez les hayan aplastado los sentimientos junto con el corazón o simplemente no han tenido la bendición de experimentarlo, muchas personas creen que el amor no existe, que se trata de una simple invención del ser humano.
