Sobre el “búho humano”, la madre asegura: “quería que estudiara y se hiciera de un nombre por su cuenta, pero el destino le tenía algo más reservado”. En una increíble muestra de flexibilidad, este joven paquistaní puede girar su cabeza 180 grados.
Dos menores pakistaníes mantienen una vida perfectamente normal durante el día como cualquier otro niño de su edad, pero cuando anochece estos pequeños simplemente se desvanecen, como si dependieran directamente de la luz solar.
En 1947, el fin del dominio del Imperio Británico en la India resultó no sólo en uno, sino en dos países independientes: la propia India y Pakistán. La división del territorio de la India se basó en la religión, y la separación resultó en la migración masiva de casi 15 millones de personas: los musulmanes de la India fueron a Pakistán y los hindúes y sijs hicieron el camino contrario hacia la India.
El puente colgante Hussaini en Pakistán es considerado el puente más peligroso del mundo. La pasarela, como otras tantas de la región, es vieja, estrecha y le faltan algunas partes.
Pakistán y Afganistán están económicamente en depresión, con un PIB per cápita que ronda los US $ 3,500 y $ 1,000 respectivamente. Sin embargo, ambas naciones tienen muchos hombres bien armados, al menos en relación con el típico occidente. Con la cartera apretada, poca infraestructura, e incluso la carencia de alfabetización, ¿de dónde proceden las armas?
La respuesta: un pequeño pueblo llamado Darra Adam Khel.
Yogendra Singh Yadav fue miembro de un batallón de granaderos en India durante un conflicto con Pakistán en 1999. Su misión era subir la «colina del Tigre» y neutralizar los tres bunkers enemigos en la parte superior. Desafortunadamente, esto significa subir una acantilado escarpado de treinta metros de hielo sólido. Ya que el grupo no quería subir de uno en uno con piolets, decidieron enviar a un hombre que sujetara la cuerda a las rocas por su paso y así los demás podrían subir de una forma más rápida (y marica). Yadav se ofreció voluntariamente para tal ejercicio.
A mitad de camino sobre el acantilado de hielo, los enemigos apostados en un monte adyacente abrieron fuego disparando con un RPG, y luego rociadolos de balas con un rifle de asalto. La mitad del escuadrón murió, entre ellos el comandante, y el resto se dispersó de forma desorganizada. Yadav, a pesar de ser herido tres veces, seguía subiendo.