El pasado 19 de enero se hizo de conocimiento público que una de las mansiones de Pablo Escobar, situada en Miami, estaba en proceso de demolición. Y aunque algunos titulares mencionaron que el dueño buscaba algún tesoro del narcotraficante colombiano, la sorpresa para el equipo responsable del trabajo y para el dueño no fue mínima cuando se toparon con una caja fuerte instalada entre los cimientos de la construcción.
La popular serie de Netflix regresó el nombre de Pablo Escobar a los reflectores. Abatido en el mes de diciembre de 1993, a donde quiera que haya ido, el narcotraficante probablemente se sienta orgulloso de que, todavía en el 2015, su nombre sigue siendo un sinónimo de poder. En el libro “Pablo Escobar. Mi padre (Las Historias Que No Deberíamos Saber)” lanzado este mismo año, su hijo Juan Pablo va mucho más allá de lo que se muestra en la televisión y en los documentales sobre el capo, detallando cosas como la rutina de una familia con dinero hipotéticamente infinito.
Si eres seguidor de las series debes saber que Pablo Emilio Escobar Gaviria, conocido simplemente como Pablo Escobar, ya cuenta con dos series basadas en su historia. Una es “Escobar, el patrón del mal”, producida por Caracol Televisión, que se transmitió entre 2009 y 2013. La más reciente es la serie “Narcos”, exclusiva de Netflix. Basada en la vida y obra de Escobar, relata los esfuerzos del gobierno colombiano y estadounidense para hacerle frente a uno de los narcotraficantes más exitosos de todos los tiempos y para desmantelar al atemorizante Cartel de Medellín.
El crimen es atractivo por muchas razones, pero la esencial es el negocio tan lucrativo que resulta, mínimas inversiones con ganancias exponenciales y sin el pago de impuestos al gobierno. Esta es una recopilación de los hombres y mujeres criminales más ricos de la historia, se trata de varones de la droga, asalta bancos, narcotraficantes y maleantes en general que en sus mejores tiempos llegaron a poseer enormes fortunas.
