Las amenazas para el Fin del Mundo se divulgan desde tiempos inmemorables. Por ejemplo, la Biblia dice que cuando Dios abrió el primer sello, apareció un caballo blanco y el que lo montaba partió como vencedor y para vencer. Al abrir el segundo sello, apareció un caballo de color rojo fuego y al que lo montaba se le ordenó que desterrara la paz de la tierra. Cuando abrió el tercer sello, el caballo era negro y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Al abrir el cuarto sello, se presentó un caballo verdoso y a quien lo montaba lo llamaron Muerte.