La primicia de esta publicación es que algunos pocos humanos tienen la capacidad de controlar a voluntad un músculo al interior del oído encargado de tensar el tímpano. Cuando este músculo se contrae, produce vibración y sonido. Y los individuos con esta habilidad refieren que el sonido se parece al de un trueno largo.
Esta peculiar historia inicia una mañana, cuando nuestra protagonista despierta y descubre su incapacidad para escuchar la voz de su novio. Posteriormente, se da cuenta que es incapaz de escuchar a cualquier hombre, aunque a las mujeres las escucha a la perfección. “Era perfectamente capaz de escucharme cuando le hablaba, pero cuando un joven paciente ingresó a la sala, no podía escucharlo en absoluto”, relata la médica que examinó el extraño caso de esta mujer.
Philip Metzger, ex científico de la NASA, vivió una auténtica historia de terror en el baño de su casa. Cuando se conoce el resultado de esta anécdota, lo primero que uno se pregunta es si la tapa del inodoro le cayó directamente sobre la oreja, pues realmente no tiene ningún sentido. Sin embargo, el resultado de este particular accidente no tiene nada que ver con esto. Metzger tuvo que recurrir a la física para entender lo que le había sucedido.
Apenas uno de cada 10 mil individuos tiene este don. Se trata de la capacidad para reconocer y nombrar las notas musicales sin ningún tipo de referencia previa. Los poseedores de este talento son capaces de especificar si la nota que sale del piano es do, re, fa y así sucesivamente sin necesitar que nadie toque una nota que le sirva de parámetro (como lo hacen los simples mortales sin oído absoluto).
Evidentemente, la higiene es un aspecto vital de nuestro cuerpo y debemos mantener toda una serie de hábitos higiénicos como una forma de evitar las enfermedades. Las orejas son fáciles de limpiar: basta con barrer el oído externo con hisopos de forma regular o, de preferencia, pasar la toalla después del baño.
Nos pasa a todos. Sin motivo alguno y de forma totalmente espontánea, uno o ambos oídos empiezan a zumbar. Ese sonido agudo en ocasiones puede resultar una molesta distracción. A veces simplemente dura unos minutos, otras veces se extiende durante horas. ¿Quieres saber cuál es la causa de este molesto zumbido en los oídos y si hay formas de evitarlo?
