El 16 de marzo de 2001, un residente de la provincia de Hubei, en China, instaló una serie de explosivos en la ciudad capital de Shijiazhuang matando a 108 personas e hiriendo a 38 más. Jin Ruchao demostró que un humano trastornado sólo necesita determinación para provocar un gran daño a la sociedad. Lo más ridículo del caso es el motivo que lo llevó a cometer la masacre: el odio desmedido hacia su ex esposa y suegra.
Leer MásEl chino que mató a 108 personas por que odiaba a su ex esposa