Si hay un villano aún más perseguido que el azúcar en nuestros tiempos, ese villano es la televisión. Culpada por todos los científicos, desde provocar que los niños pierdan el sueño hasta desarrollar agresividad infantil y un gran etc.
Ahora, un nuevo estudio hace coro con las investigaciones ya existentes que dicen que la televisión puede matar, y sugiere que permanecer frente a la caja tonta por más de tres horas al día puede acortar la vida de forma alarmante.
El síndrome de Cotard, también conocido como delirio de Cotard, síndrome del cadáver ambulante, delirio nihilista o delirio de la negación es una enfermedad muy extraña con trasfondo psicológico donde la persona afectada cree estar muerta, no reacciona a estímulos externos ni a otras personas. También es recurrente la creencia de que sus órganos internos están podridos o pasando por un estado de descomposición.
El tratamiento tradicional implica el uso de antidepresivos con sesiones de electrochoque. Y en numerosos casos la enfermedad está relacionada con la hipocondría y el síndrome de Capgras.
La ley elemental de Murphy dice que “Si algo puede salir mal, saldrá mal” y todos hemos sido testigos de que dicho enunciado suele aplicarse de forma muy estricta, aunque no siempre, no todos somos Brian Bad Luck.
Hay varios significados para la expresión “volver a nacer”, pero el más profundo de todos ellos es el que cuenta aquel momento en que damos un giro a nuestra vida en un sentido diametralmente opuesto buscando la felicidad, cuando reiniciamos el día a día con el pecho en alto y sin miedos. Pero el término más popular utilizado por costumbre, es el que indica la situación en que alguien pasa por un gran peligro, por ejemplo, un accidente desde un segundo piso, y sobrevive para contarlo.
Las experiencias cercanas a la muerte suceden cuando un paciente es declarado clínicamente muerto, ha dejado de respirar y su pulso desaparece, sin embargo, regresan a la vida; a veces por intervención médica y otras por nada más que un milagro. Los relatos de las personas que pasan por estas experiencias suelen ser muy interesantes, y aunque tienen elementos en común, cada persona vive la antesala de la muerte de una forma distinta. Lo siguiente es una recopilación de relatos de personas que tuvieron muerte clínica y que vivieron para contarlo.
La Flaquita, la Huesuda, Niña Blanca. Por estos y otros diversos nombres “cariñosos”, la Santa Muerte es conocida y venerada por todo México. Al ser la propia personificación de la muerte, lógicamente, no es reconocida oficialmente como santa por la Iglesia Católica. Y pese a su identidad de género, su apariencia esquelética no revela feminidad alguna. Los devotos y fabricantes de imágenes acostumbrar a vestirla de novia, como monja o con túnicas que apenas dejan ver sus rostro, manos y pies.
La Santa Muerte, también conocida como Santísima Muerte, es la temida Santa Patrona de los Muertos, del olvido y de las almas asesinadas cuyo origen se remonta al periodo prehispánico en México.
The Backwater Gospel es un cortometraje animado basado en la figura del undertaker, un individuo cuya profesión es preparar a los muertos para su funeral o para su cremación, en otras palabras, un enterrador.
Todos en Backwater, un pueblo olvidado por Dios, saben desde hace mucho que con la llegada del Undertaker viene la muerte. Hasta que un día, la sombría profecía falla y la tensión crece mientras los pueblerinos temerosos de Dios esperan a que alguien muera.