Cualquier persona que haya pasado alguna vez por un proceso de mudanza sabe lo tormentoso que puede resultar el cambio si se hace de forma personal, y es que cuando no se cuenta con el transporte adecuado y la mano de obra capacitada, es común que terminemos haciendo pilas de muebles como la de la imagen que acompaña a esta publicación. Todo lo contrario sucede si contratamos a una compañía de mudanzas, lo hacen bien, rápido y generalmente suelen tener cuidado con nuestras pertenencias. Pero una empresa en Japón se toma lo de “hacerlo bien” de una forma muy literal y estricta.