¿Qué personaje legendario se transforma en un ser poderoso cuando se enoja y está asociado con dioses? Exactamente, Cú Chulainn. Hablamos de un héroe formidable parte de la mitología irlandesa, aunque frecuentemente se le confunda con Bruce Banner bajo los efectos de la radiación gamma. Las batallas de Cú Chulainn son narradas en una famosa leyenda del Ciclo de Ulste titulada Táin Bó Cúailnge (“El robo del toro de Cuailnge”), que data del primer siglo de nuestra era.
En la mitología del oeste africano, la leyenda de Anansi ilustra a uno de los tramposos más populares en el folclore de esta cultura. La araña, también referida como Kwaku Ananse o Ananse, es una figura caprichosa que muchas veces actúa contra la voluntad de los dioses cometiendo actos que terminan perjudicando a los humanos. Al igual que los nahuales de los pueblos prehispánicos, Anansi tiene la capacidad de transformarse en diversos animales, como zorros y conejos, pero también puede hacerse pasar por un ser humano.
Además de la modernidad, Japón es un país fascinante por un folclore rico en personajes mitológicos dotados de características intrigantes. A lo largo de cientos de años, las leyendas de los yōkai (nombre con el que se refieren los japoneses a estos seres sobrenaturales) se han transmitido, expandido e integrado en diversos aspectos de la cultura nipona.
Las culturas suelen educar a sus niños con historias fantásticas de mitos y héroes, ya sea de la antigüedad o más contemporáneos como los que aparecen en los libros de Percy Jackson, cuyas tramas están basadas en antiguas leyendas. Sin embargo, ¿alguna vez te has detenido a pensar cómo surgieron estas historias?
En el medio de Berna, la elegante capital de Suiza, es posible encontrar la Kindlifresserbrunnen, una gigantesca estatua de una bestia grotesca devorando a un niño, una obra de arte cuyo significado se perdió con el paso del tiempo.
En la mitología egipcia, la muerte significa el inicio de un viaje épico. Como una forma de preparar al individuo para este recorrido, el cuerpo es momificado por un grupo de sacerdotes que remueven todos los órganos, con excepción del corazón, considerado la sede de los recuerdos, la inteligencia y las emociones.
