Científicos chinos lograron desarrollar una técnica para obtener pequeños órganos vivos impresos en 3D. Se trata de una evolución de un estudio publicado por el cirujano Anthony Atala, hace dos años en TED. Atala introdujo al mundo la idea de que los órganos humanos se podrían imprimir en tres dimensiones en el futuro próximo. Y no podía tener más razón.
La propuesta original presentada por Atala consideraba la construcción de tejido basado en bio-ink, un material líquido hecho a partir de células vivas. Pero a pesar de permitir una réplica en formato perfecto del órgano, el tejido obtenido en este proceso no es un tejido “vivo”, por así decirlo, y esto impedía el trasplante.