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Ciudad Sin Luz

¿Existe alguien a quien odies con toda tus fuerzas? Alguien por quien harías cualquier cosa con tal de lastimar, ¿pagarías cualquier precio por venganza?, si es así, entonces deberías visitar la Ciudad Sin Luz.

Para llegar a este lugar, tendrás que ir a cualquier ciudad grande durante la noche y encontrar un callejón solitario. Entra en este y cierra los ojos lo más fuerte que puedas. A continuación susurra “Ciudad Sin Luz” y concéntrate en la oscuridad. Probablemente notarás que empiezan a aparecer colores tenues y formas abstractas que se forman cuando intentas enfocar tus ojos mientras los mantienes cerrados, no te preocupes, espera a que las imágenes pasen. Luego de algunos minutos, las imágenes se volverán más nítidas y brillantes.

Miedo a los payasos: coulrofobia

Coulrofobia es el término que define el miedo a los payasos. Un neologismo que aún no ha sido reconocido por el Diccionario Inglés de Oxford, ni por ningún manual de psicología. Sin embargo, se refiere al miedo patológico e irracional a los payasos. Contrario a lo que pueda parecer, no muchas personas sufren de una fobia paralizante hacia los payasos. Sin embargo, para una buena cantidad de personas, simplemente son desagradables. Basta con ir a “Google” y escribir “Odio a los payasos” (I hate clowns) para encontrarse con una cantidad bastante considerable de sitios que hablan acerca de las personas intimidadas por ellos.

El morador misterioso

Cuando era pequeño solía tener una pesadilla muy recurrente, se trataba de una puerta oculta ubicada en un pasillo de la casa donde vivía, en el sueño yo solía entrar a esta puerta y salir a un mundo totalmente diferente, una especie de mercado ambulante bastante concurrido donde las personas vendían y compraban partes corporales humanas, una especie de carnicería horripilante. El sueño solía terminar cuando uno de estos compradores entraba a la puerta y me dejaba en ese mundo. Solía tener un miedo terrible a esa parte de la casa y podría jurar que siempre sentí que ahí sucedían cosas extrañas. Supongo que era mi imaginación infantil y mis temores reflejándose en mi subconsciente.

Sin embargo, siempre que se llega a vivir a un nuevo hogar existe el temor de desconocer por completo los hechos que sucedieron cuando habitaban los anteriores inquilinos. Quizá alguien haya muerto de alguna forma brutal en el mismo cuarto donde ahora duermes y jamás te darás por enterado. Hace unos días me encontré con un post en Tumblr que, honestamente, me revivió el miedo que sentía con mi pesadilla de la infancia. La historia es la siguiente:

La Casa del Diablo

Vamos a remontarnos al siglo XVI, cuando los españoles navegaban desde su patria sólo para reclamar la herencia de sus parientes que habían hecho fortuna en nuestro Continente. El hecho sucedió en el pedregal de San Ángel, donde hoy se levanta el monumento a Alvaro Obregón.

De acuerdo con la leyenda, Don Rodrigo de Villanueva no tenía mucho dinero cuando llegó a tierra azteca acompañado de su familia, así que no pudo pagar una posada digna de su linaje, sino que tuvieron que descansar en un lugar de paso. Al día siguiente se dirigieron a la casa que había heredado, pues como lo hemos dicho, no tenía dinero como para retrasar más la posesión de ésta.

Castigo de espíritus malignos

Voy a contar una historia que me sucedió en 2007. Yo tenía 16 años y todos los fines de semana (viernes, sábado y domingo) dormía en casa de mi novio, con su hermana y una de mis mejores amigas… Yo estaba en su habitación viendo la película “El exorcista” de 1973, y mi novio aún no llegaba de la compañía donde trabajaba, eran aproximadamente las 12 de la noche, y en la película jugaban con la ouija, como en muchas otras películas que ya había visto. Como toda adolescente tonta me surgió la curiosidad por saber cómo jugaban y cómo era la sensación de ser “guiada por el espíritu” en el tablero.

Mi novio me daba todo lo que le pedía con el fin de complacerme, y en un momento de estupidez le pedí que me obsequiara la tabla ouija en mi cumpleaños, mi aniversario sería dentro de tres días… al cabo de ese tiempo el me obsequió el juego de la ouija (su tía abuela era una practicante de la brujería y le entregó el tablero a él, diciéndole que no quería volver a saber más de ella).

Corto de terror “Cajita Feliz”

Cuando se tienen las ganas no se necesitan de presupuestos enormes para producir un corto de terror que llame la atención. Basados en el legendario payaso Ronald McDonald, y utilizando como recurso la fobia que muchas personas le tienen a los payasos, sobre todo al de la cadena de comida rápida que siempre ha tenido una apariencia muy extraña, Patrick Boivin y su equipo realizaron este corto en un fin de semana de hace casi 11 años. “Happy Meal” es un corto bastante simple, básicamente un escape y un ataque. Sin embargo, tiene los elementos propios del suspenso que termina por llamar la atención, además complementa bastante bien la leyenda urbana de el Payaso Ronald McDonald.