Un anciano conocido como Mr. Wilson vivía solo en una vieja mansión. Su única compañía era una enfermera de mediana edad que lo cuidada desde hacía algún tiempo. Todos los días llegaba muy temprano y se quedaba hasta noche, terminando su trabajo cuando dejaba al anciano en su cama. Mr. Wilson había sido víctima de un accidente cerebrovascular y resultado de esto perdió parte de la movilidad en sus miembros, quedando confinado a una silla de ruedas. No podía caminar, hablar y tampoco era capaz de cuidar de sí mismo. Incluso para ir al baño requería de asistencia.
miedo
5 historias cortas de terror
Podemos decir que esta es una continuación de los Creepypastas de bolsillo que publicamos hace algunos meses (también llamados micropasta). Básicamente son historias que intentan resumir el terror de un cuento en muy pocas líneas.
El observador – Creepypasta
La cosa más aterradora que he experimentado me sucedió hace un par de meses. Estaba despierto hasta muy noche navegando en Facebook cuando recibí una extraña solicitud de amistad de una cuenta desconocida. No conocía en absoluto a la persona pero acepté la invitación cortésmente, ya que casi siempre acepto cualquier solicitud que se me atraviesa. El nombre en el perfil era Izan Galder pero tenía mis dudas sobre si era su nombre real.
El último cliente
Hace algunos años mi ciudad se vio afectada severamente por la crisis económica. Muchas tiendas y restaurantes se vieron obligados a cerrar, y muchos escaparates de reciente construcción quedaron vacíos – algunos durante años. Ninguno de los comercios que sobrevivían abrían hasta muy tarde (imagino que no salían las cuentas a la hora de tener que pagar a los empleados), por lo que durante la noche era posible caminar por la “zona comercial” y no ver ni una sola alma en todo el trayecto.
Los Titiriteros – Creepypasta
“Simplemente no lo dejará. Escucha ese crujido. Que chico tan tonto”. Imagínate despertar a las 2:45, recibir una llamada de un número desconocido y que empiece a cantar tan pronto como respondes. Bueno, no era precisamente una canción, sino una mezcla entre canto y plática. No estaba de humor para escuchar las incoherencias de esta mujer a las tres de la mañana. Colgué y apagué el teléfono.
El hombre de los deseos – Creepypasta
Cuando mi hija cumplió tres años empecé a tener sueños extraños. Me encontraba caminando por la casa en la oscuridad buscando algo que no puedo recordar. Me hacía camino hasta su habitación y ahí, en la oscuridad, inclinada sobre su cama se encontraba una figura alta y oscura vestido con lo que parecía una gabardina y un sombrero de ala ancha. Podía verle mirándola fijamente mientras esbozaba una sonrisa maniática. Sus ojos, si es que tenía, estaban cubiertos por enormes gafas en las que podía verme reflejado.