Melynda Moon, una mujer canadiense de 23 años, se practicó una de las cirugías plásticas más extrañas de las que escucharás hablar. Aunque la mayoría de los pacientes acuden a los cirujanos en busca de una reducción del tamaño de su nariz, para aumentarse los labios o rellenarse los pechos, Melynda quería hacer sus orejas puntiagudas. ¿Por qué? Bueno, quería parecerse a un elfo.
– “Siempre fantasee sobre cómo sería si yo no hubiera nacido como ser humano“, dice Melynda. – “Así fue que decidí cambiar mi apariencia para aparentar ser algo sobrenatural.” En agosto de 2011, se sometió a una dolorosa cirugía para modificar sus orejas, con un costo aproximado de mil dólares.