Martin Molin es un músico sueco que quedó tan fascinado cuando descubrió las máquinas de canicas que decidió fabricar una. Pero este sujeto realmente se tomó las cosas en serio y con 2,000 canicas decidió armar un instrumento musical programable. El aparato consta de 3 mil partes donde se combinan un tambor, un bajo, un vibráfono y otros instrumentos que son impulsados por una manivela.