La rafflesia se encuentra en lo profundo del sudeste asiático, en las selvas de Indonesia, Malasia, Tailandia y Filipinas. Hablamos de una maravilla de la naturaleza que desafía los sentidos y despierta la curiosidad de los científicos. Esta extraordinaria planta, popularmente conocida como la “flor cadáver”, presenta una singularidad que la distingue de todas las demás en el reino vegetal: su tamaño colosal y su penetrante aroma a carne podrida.
Entre las décadas de 1970 y 1980, en Malasia reportaron la aparición de seres extraterrestres mal humorados del tamaño de figuras de acción. Igual de interesantes eran sus pequeñas naves espaciales parecidas a juguetes humanos. A lo largo de la historia, los humanos han relatado encuentros con OVNIs y extraterrestres en todas las formas y tamaños. Sin embargo, ocasionalmente surge una serie de avistamientos que destacan como episodios extraños.
Es sorprendente la cantidad de cosas que suceden en los espacios habitados por humanos cuando éstos se ausentan. La naturaleza está demostrando que puede retomar el control en cuestión de semanas, no años como suponíamos erróneamente. Y uno de los ejemplos más dramáticos de este poder sucedió en una tienda departamental en Malasia, que abrió sus puertas tras casi dos meses en cuarentena. Prácticamente todos sus productos de piel quedaron invadidos por hongos.
El siniestro video que estás a punto de ver fue registrado por las cámaras de CCTV de una tienda de conveniencia en Malasia y muestra a un hombre (supuestamente) siendo poseído por entidades diabólicas.
Una escuela ubicada en el norte de Malasia cerró sus puertas temporalmente después de lo que la prensa local denominó un caso de “histeria colectiva”. El problema inició hace dos semanas, cuando varios estudiantes y profesores de una escuela en la ciudad de Kota Bharu afirmaron haber visto espíritus y experimentado episodios sobrenaturales
El mundo está repleto de personas creativas con una imaginación fuera de la norma, y tenemos que estar de acuerdo: se requiere mucho de eso para representar objetos u otras cosas de nuestra vida viviendo, por ejemplo, situaciones del cotidiano.
