Ayer, mientras salía a dar una vuelta con mi novia por Sloane Street en Londres tuve un accidente que involucró a un Qashqai, un BWM (que estaba estacionado) y un Mazda (quien demonios sabe de dónde salió). Desafortunadamente mi Lamborghini Aventador LP700-4 quedó destrozado de la suspensión derecha.
Juro por dios que me intención no era colarme al más puro estilo NFS entre la Mazda y la Qashqai, así como que, aunque en el video no lo parezca, manejaba a 40 km/h.