Klara Mauerova nació en Kuřim (Checoslovaquia) en 1975. Era una niña inadaptada con una obsesión por el universo místico, que siempre afirmó estar destinada para cumplir una misión asignada por Dios.
Su hermana menor, Katerina, tenía una personalidad similar. Las dos siempre solían fantaseaban con grandes hazañas que realizarian cuando llegara el momento. Con el pasar de los años, Klara llegó a estudiar en una universidad, pero nunca logró liberarse de sus fijaciones pseudoreligiosas. No pasó mucho tiempo hasta que consiguio independizarse de su familia, se fue a la casa de un hombre con quien vivía, según sus propias declaraciones, una vida sexual tórrida. Ella quedó embarazada y tuvo dos hijos: Ondrej y Jakub.