Esta semana la NASA lanzó un inodoro al espacio, un proyecto que requirió una inversión de US$ 23 millones. El destino de este artefacto es la Estación Espacial Internacional (ISS), donde los astronautas realizarán toda clase de pruebas que permitirán enviarlo a futuras misiones en la Luna o Marte.
A simple vista y desde el exterior este parque ubicado en las proximidades de Seúl, en la ciudad de Suwon también conocida como el hogar de Samsung Electronics, gira en torno a un edificio en forma de inodoro que alguna vez fuera el hogar de Sim Jae-duck, fundador y primer presidente de la Asociación Mundial de Inodoros. Cuenta la leyenda que el señor Sim, que hizo su fortuna con una empresa de productos de metal y fue apodado «Sr. Television», nació en un baño de bahareque propiedad de su abuela.
Un método americano para destapar un caño al que se le ha acumulado el excremento. No vamos a hacer énfasis en el hecho de que, de verdad, los tipos creyeron que era una buena idea. Y digo que no vamos a hacer énfasis en el asunto porque el Internet ha dado muestras de que las personas pueden llegar a hacer cosas realmente estúpidas y ridículas.