Viajar en avión es todavía una de las formas más seguras para atravesar largas distancias. Sin embargo, existen situaciones atemorizantes que no son del conocimiento de todas las personas.
Imagina el siguiente escenario: te subes a un avión, te acomodas en tu asiento y esperas a que el capitán en turno de las instrucciones habituales del viaje. Tú, evidentemente, esperas digerir y asimilar todo ese guion repetitivo sobre los procedimientos en caso de emergencia. De forma repentina, el capitán da un comunicado que se sale de la rutina: