Dicen los que han pasado por ahí, que la paternidad de lo quita absolutamente todo. Y es precisamente esa parte tediosa en la crianza de los hijos que una cuenta en Instagram toma para hacer mofa de la situación. Con algo de buen humor, revelan cómo la llegada de los hijos “arruinó” la vida de sus padres.
Resulta inevitable que, de vez en cuando, alguna desgracia nos tome por sorpresa. El destino a menudo se empeña en ser irónico y no hay forma de escapar de eso. Evidentemente, mucho de lo que nos sucede es consecuencia directa de nuestras elecciones, pero otras cosas no. Las personas de esta lista no tenían idea de lo que les sucedería. Enfrentaron un destino tan desastroso y al mismo tiempo hilarante que decidieron compartirlo con el mundo para reírse de sus desgracias.
Cuando trabajas en soporte técnico, la clase de cosas extrañas con que se presentan los clientes es sorprendente. De verdad, nunca dejas de impresionarte por lo descuidada que puede ser la gente. A menudo, esas personas que arreglan computadoras y teléfonos celulares terminan compartiendo su frustración en Internet.
Los niños son impredecibles y eso aplica hasta en la tarea más trivial. Aunque son lindos, inocentes y divertidos, una que otra vez inventan o hacen cosas inquietantes. Tan macabras que, incluso los adultos, terminan llevándose un buen susto. En las siguientes imágenes, comprobarás que algunas de esas creaciones infantiles parecen sacadas de tu peor pesadilla.
La llegada de un hijo a la vida de cualquier persona suele significar un giro de 180 grados. Es un suceso tan significativo que afecta a todos los que viven en el mismo lugar, incluso a las mascotas. Es verdad que un hijo llena la vida de alegría. Sin embargo, la crianza es un trabajo difícil que requiere de constancia, paciencia y mucha responsabilidad.
La funcionalidad de un producto depende de un buen diseño, que conquiste la vista del consumidor y al mismo tiempo oriente sobre su uso correcto. Pero, en este mundo hay individuos encargados de este proceso que aparentemente no conocen el sentido común. Claro, a menos que su intención expresa fuera convertir su trabajo en un mal chiste.
