Dale un vistazo a la siguiente foto. Si tuvieras que adivinar, sin ninguna referencia ni pista, lo que representa, probablemente dirías que es alguna pintura que decora las paredes de algún museo importante como el Louvre, en Paris, o del MOMA, en Nueva York ¿no?
La vida del pobre Anton siempre estuvo marcada por un sinfín de pequeñas crueldades debido a su baja estatura. Con toda la calma del mundo él decidió acabar con todo eso.
Anton pudo haber sido hecho para la vida, sin embargo, como estás a punto de ver, la vida no fue hecha para Anton.
Hay quien dice que los holandeses nacen arriba de una bicicleta. Y esta afirmación no es nada exagerada ya que en aquellos lugares es fácil encontrar más bicicletas que habitantes. Sólo para darse una idea, los habitantes de la ciudad de Ámsterdam utilizan la bicicleta con mucha mayor frecuencia que el automóvil.
Los Países Bajos cuentan con más de 29 mil kilómetros de ciclopistas y, en los rarísimos lugares donde no hay caminos para las bicicletas, los automovilistas tienen plena conciencia de la presencia de los ciclistas.
Una iniciativa contra el turismo sexual infantil encabezada por una simulación por computadora llamada Sweetie, ha dado como resultado una cacería de más de 1,000 pederastas en 65 países acusados de crímenes internacionales de sexo virtual en casos que involucran a niños pequeños.
Terre des Hommes en Holanda dio la alarma sobre una nueva forma de explotación sexual infantil que a pesar de ser poco conocida, se ha extendido rápidamente por todo el mundo. Se trata del turismo sexual virtual en el que se ven involucrados decenas de miles de niños tan sólo en Filipinas. En menos de dos meses y medio, los investigadores de Terre des Hommes fueron capaces de identificar a más de 1,000 adultos quienes estaban dispuesto a pagar a estos niños de países en desarrollo para realizar actos sexuales en frente de la cámara web. Con la ayuda de una niña virtual de 10 años llamada Sweetie, los investigadores localizaron a estos criminales y entregaron sus perfiles a la Interpol.
Dos presentadores de la televisión holandesa, conocidos por realizar las mejores travesuras y trucos extravagantes en su programa Proefkonijnen (conejillos de indias), sufrieron de dolores agonizantes similares al parto, cuando se sometieron a utilizar correas con electrodos fijados en la región de su abdomen, que emitían descargas eléctricas provocando un profundo dolor.
